Charlie Sheen no es capaz de ir siquiera al dentista sin causar polémica. El actor vuelve a encontrarse en el ojo del huracán tras ser acusado de conducta violenta, agresión sexual y daños emocionales, entre otras, según una demanda presentada en el Tribunal Superior del Estado de Calfornia el pasado 25 de septiembre.
La demandante es Margarita Palestino, empleada de una consulta de Los Angeles, que se encontraba asistiendo a los doctores George Bogen y Jaime Azdair en el momento del suceso. Según la versión de Palestino, Charlie Sheen se arrancó la máscara de óxido nitroso que le habían puesto para anestesiarle, y se puso a gritar que iba a matar a todos los que se encontraban en la sala.
Al intentar calmarlo, el actor agarró "la zona del pecho izquierdo" de Palestino e intentó quitarle el sujetador. Ella consiguió salir de la sala, pero en la demanda explica que Sheen también amenazó con un cuchillo a uno de los dentistas, aunque ella no estaba en ese momento. Cuando volvió, dice, estaba toda la habitación revuelta y manchada con saliva. La cosa se pone peor, ya que también afirma que el guardaespaldas del actor, que se encontraba en la sala en todo momento, les dio 500 dólares "por los problemas" ocasionados. Charlie Sheen, según cree uno de los doctores, se encontraba bajo "una combinación de crack, cocaína, Theradol y alcohol".
Ni cuchillos, ni drogas
Estas acusaciones tan preocupantes no han encontrado todavía réplica por parte del actor, pero sí del publicista, que se limita a decir que tuvo una "mala reacción" a la anestesia, pero que no hubo ni cuchillos ni drogas ilegales involucradas en el suceso. El descubrir quién dice la verdad queda ya en manos de la justicia, pero sin duda es un bache bastante gordo para la tocada reputación del actor.