Sin duda, llegó la mami. Chanel ha sido invitada para dar la bienvenida a la 68ª edición de Eurovisión en su primera semifinal celebrada en Molmö (Suecia) y no ha dejado indiferente a nadie con otro 'Chanelazo'. La cantante se ha comido el escenario a través de un impresionante baile y acrobacias de lo más complicadas.
Dos años después de haber conquistado el tercer puesto en Eurovisión 2022 en Turín (Italia) la catalana, de raíces cubanas, vuelve a ganarse el corazón de los eurofans con su icónico 'SloMo'. Esta vez ha salido sin chaquetilla de torera, luciendo un body azul brillante ajustado y sus características botas de tacón.
Pero Chanel no estaba sola, le acompañaba un renovado cuerpo de baile que demostraba en cada paso la enorme compenetración que mantenían con ella. Además, antes de ella actuaron otros grandes iconos del certamen musical. En concreto, la representante de Chipre en 2018, Eleni Foureira, y el representante de Suecia de 2011, Eric Saade.
No todo es música
Algo que tampoco ha pasado desapercibido de la actuación de Chanel ha sido su cambio de coreografía. La principal teoría señala que su relación con Kyle Hanagami, el coreógrafo de 'SloMo', se ha roto y el norteamericano ha impedido que se use su coreografía haciendo valer sus derechos de autor y obligando a la artista a tener que pagarle si quiere realizar el baile.
La ganadora de la primera edición del Benidorm Fest no ha querido hablar mucho del tema y únicamente ha admitido la infinidad de versiones con las que se puede bailar 'SloMo': "Hay acústica, salsera...Y con millones de coreografías". A su vez, tampoco ha querido hablar sobre su cambio de bailarines, a pesar de que todo apunta a que han roto relaciones. Ella ha decidido seguir haciendo lo que mejor se le da: cantar y bailar.