Eran las 00:30 horas de este lunes 15 de diciembre cuando venía al mundo, con algo más de diez días de antelación, la primera hija de Kiko Rivera e Irene Rosales. Una niña llamada Ana -en honor a su abuela paterna- que se ha convertido en el punto de unión familiar.
Agustín Pantoja y Anabel Pantoja eran los primeros en llegar al hospital tras conocer el nacimiento de la pequeña, el segundo del Dj, que ya tiene un niño llamado Francisco fruto de su relación con Jessica Bueno. Y estaba amaneciendo cuando llegó Isabel Pantoja, directamente desde Alcalá de Guadaíra tras pasar su primera noche en la cárcel con el tercer grado.
La tonadillera llegó con una sonrisa de oreja a oreja y con mucha prisa por conocer a su primera nieta tras dos varones. No se movió del centro médico en todo el día, por lo que recibió a todas y cada una de las visitas que iban llegando.
Entre ellas la de su hija Chabelita, que acudió a conocer a su sobrina Ana en compañía de su novio Alejandro Albalá y su hijo Alberto, que ya ha conocido a su nueva primita. Pero, sin duda, el momentazo de la jornada llegó con Fran Rivera.
Ana Rivera consigue el reencuentro de Isabel Pantoja y Fran Rivera
El torero llegaba sobre las tres de la tarde y permaneció durante una hora en el interior del hospitall sevillano. Allí felicitó a su hermano Kiko Rivera y a su cuñada Irene Rosales por su paternidad, además de reencontrarse con Isabel Pantoja.
A su salida Fran Rivera no tuvo inconveniente en decirles a los medios de comunicación que había saludado y hablado con todo el mundo sin ningún tipo de rencor ni tensión: "He hablado con ella. Todo el mundo está contento, todo el mundo está feliz".