La capilla ardiente de Doña Cayetana ha sido instalada en el ayuntamiento de Sevilla. Este viernes será el funeral y posteriormente una parte de sus cenizas descansarán junto al Cristo de los Gitanos.
La Duquesa de Alba ha fallecido este jueves hacia las 09:30 horas en el Palacio de las Dueñas de Sevilla, donde fue trasladada dos días antes por expreso deseo de Doña Cayetana. Junto a ella estuvieron su marido, Alfonso Díez, sus seis hijos, nueras y exnueras y sus nietos.
El cuerpo sin vida de la aristócrata permaneció en su residencia sevillana pasadas las 12:30 horas, cuando la reja de Dueñas se ha abierto para dejar salir al coche fúnebre. Detrás iban los familiares de la Duquesa de Alba. Algunos de ellos han tenido la deferencia de llevar la ventanilla bajada y han saludado a la prensa y a los sevillanos que les esperaban, quienes aplaudieron al paso del cortejo fúnebre.Minutos después, la comitiva ha arribado al Ayuntamiento de la capital hispalense. Allí, el féretro ha sido colocado en el salón Colón, donde se encuentra la capilla ardiente según lo dispuesto por el alcalde, Juan Ignacio Zoido, que además ha decretado un día de luto y ha ordenado que las banderas estén a media asta.
Alfonso Díez y los hijos de la Duquesa de Alba, rotos de dolor
En ese momento se ha podido ver al Duque de Huéscar, primogénito de Doña Cayetana, y a sus hijos, al Duque de Aliaga y a sus vástagos y su hija política, al Conde de Siruela, su mujer, su exmujer, sus hijos y su nuera, al Marqués de San Vicente del Barco, a Genoveva Casanova, exmujer del Conde de Salvatierra, y los mellizos, así como la Duquesa de Montoro y su hija Cayetana Rivera.El funeral de la Duquesa de Alba se celebrará este viernes a las 12:00 horas en el Altar del Jubileo de la Catedral de Sevilla, y será oficiado por el cardenal Monseñor Amigo Vallejo. Se espera una gran afluencia en la misa con presencia incluso de la Casa Real Española.
Doña Cayetana será incinerada y como ha comunicado la Hermandad de los Gitanos, las cenizas reposarán en una capilla lateral del Santuario de la Hermandad, como deseaba la propia Duquesa de Alba, que no quería descansar en el panteón que la Casa de Alba tiene en Loeches (Madrid).