Sea como fuere, horas más tarde era el propio Rappel, buen amigo de Carmen Sevilla, quien negaba esta información públicamente en conversación con LOC de El Mundo. El vidente aseguraba que tras leer lo publicado en el anterior medio se puso en contacto con Algueró quien le negó rotundamente que esto fuera cierto y que las cenizas de su madre habían sido recogidas ya como era lógico.
Lo único cierto en todo esto según Rappel en palabras del hijo de la presentadora era que los restos mortales todavía no habían sido repartidos por los tres sitios de Sevilla que la propia Carmen Sevilla dejó indicado en vida y antes de que el alzheimer mermara para siempre sus capacidades. Solo una pequeña parte de las cenizas está ahora bajo la custodia de una de las sobrinas de Carmen Sevilla a quien el propio Agusto Algueró autorizó a recoger para hacerse un relicario.
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Desde Funespaña aseguraban también que no era lo normal que una familia tardase más de tres meses en recoger unos restos mortales ya que esto solía producirse más o menos a los dos días de la incineración. A pesar de ello, hay un protocolo establecido para casos en los que las cenizas de algún fallecido acaben abandonadas. Este establece un plazo aproximado de un año para que las familias puedan retirar las cenizas de sus familiares. De no ser así, se ponen en contacto con ellos para notificárselo y conocer su decisión de qué hacer con ellas. De no recibir respuesta no querer recogerlas, la propia funeraria las esparciría en una especie de vertedero con el que cuentan todos los crematorios.