Era una noche para celebrar y él, muy dado a este tipo de festejos tras los partidos, no iba a dejar pasar la ocasión. Nada más aterrizar en Barcelona tras la goleada al Real Madrid en el Bernabéu, Piqué comenzó a disfrutar de una gran noche de fiesta en compañía de Shakira.
La parejita salió a quemar la noche catalana, eligiendo para su noche de celebración el reservado de una popular discoteca de la Ciudad Condal hasta la que llegaron junto a un grupo formado por una veintena de personas.
Todos ellos ocuparon posiciones y no se escondieron del resto de personas que había en la sala aunque eso sí, Piqué no quería que se tomasen fotografías de esa noche de fiesta en la que, según el Diario Gol, el futbolista solo tenía ojos para su chica.
Piqué y su medida para evitar las fotos: lanzar cubitos de hielo
Piqué y Shakira bailaron de forma muy sensual, intercambiando confidencias y mostrándose de los más románticos con apasionados besos... hasta que el futbolista notó la presencia de un flash. Entonces, tal y como indica el citado medio, buscó el origen de esta luz y decidió ponerse a lanzar contra ese móvil cubitos de hielo.
Y es que el culé, al creer que le estaban tomando foto de lo bien que se lo estaba pasando, decidió poner su propia solución al problema. No obstante, simplemente se trataba de un muchacho del local que se estaba haciendo un selfie junto a una chica.