Gómez y Vricella se conocieron durante el confinamiento y de una forma de lo más original. La bailarina necesitaba una receta médica y por aquel entonces el servicio médico estaba saturado por los contagios por Coronavirus. Fue entonces cuando un amigo suyo la puso en contacto con el Vricella, cirujano plástico, es decir, médico. Este le hizo una receta y, a partir de ahí, empezó su historia.
Durante los meses de encierro se repitieron una y otra vez los mensajes y las llamadas. Ambos se hicieron una gran compañía en los momentos más duros que se vivieron el pasado 2020. Cuando se recuperó la libertad de movimiento, ambo por fin pudieron verse y descubrir que, efectivamente, estaban hechos el uno para el otro. Poco les hizo falta para saber que quería pasar el resto de sus vidas juntos y en octubre, al poco de conocerse, se comprometieron.
La boda iba a ser el 26 de junio
A la pareja parecía darle igual los impedimentos de la pandemia, igual que no les importó para encontrar el amor a través de un teléfono móvil, y se propusieron darse el 'sí, quiero' el próximo 26 junio de 2021. Todo estaba en marcha y listo para el gran día, incluida la reserva del Castillo de Batres, a las afuera de Madrid, donde iba a tener lugar. Pero algo se ha torcido por el camino y, apenas 3 meses antes del gran día, la pareja decidía poner fin a su relación y olvidar sus planes de compromiso.