El duque de Arjona ha querido sincerarse con público y contar su historia y verdad en una entrevista al diario El Mundo donde donde ha explicado el motivo de porqué publicar sus memorias. "La finalidad de este libro es mi liberación total, pública, ya que tengo que vivir una vida pública. He estado cincuenta años buscando mi libertad interior pese a todos y he hecho lo que hiciera falta, con una valentía y una determinación absoluta de ser yo y de ser feliz", confesaba al periódico. "La cocaína me perturbaba por completo" o "Yo vivía en una obsesión: seducir a mujeres. Ninguna se me resistía", eran dos de las frases que acompañaban la portada de la evista XL Semanal.
En su autobiografía, el jinete confiesa que la mala vida que llevó de joven estuvo marcada por la mala relación con el que fue marido de su madre, Jesús Aguirre, y por su conducta que se debía a una juventud salvaje, donde no controlaba lo que hacía llevándole a mantener relaciones sexuales con numerosas mujeres y donde pasaba las vacaciones para reforzar el inglés. El conde de Salvatierra también compartió juergas, donde las drogas eran protagonista, con el mismísimo barón de Gotor, Pocholo Martínez Bordiú.
No es el único en dar guerra
A pesar de ser diferente a sus hermanos mayores, es el que más se asemeja a su única y pequeña hermana, la duquesa de Montoro María Eugenia Martínez de Irujo, ya que ambos son los que más se han expuesto a los medios de comunicación ya sea por sus matrimonios fracasados o por las declaraciones dadas sobre temas relacionados con su familia, en especial con la vida de su madre.