Michael Douglas y Catherine Zeta Jones no tienen intenciones de divorciarse, al menos de momento. Lo que si tienen claro es que necesitan pasar un tiempo separados y que esa decisión afecte lo menos posible a sus hijos Dylan Thomas, de trece años y Carys, de diez.
La pareja no ha iniciado unos trámites de divorcio y ni siquiera quieren calificar su situación de separación definitiva. El propio Douglas comentó en el Festival de Cine Deauville: Mii mujer y yo estamos bien. Estamos en una separación temporal", además de rechazar que su matrimonio esté en crisis.
Tiempo de relax
De momento, el actor quiere reflexionar sobre su futuro y dedicarse de lleno a la promoción de 'Behind the Candelabra'. El actor está disfrutando del mar de Cerdeña navegando en el yate de unos amigos. Los últimos años de matrimonio han sido difíciles para ambos, ya que su mujer se sometió dos veces a un tratamiento para combatir su trastorno bipolar y Douglas ha estado luchando contra un cáncer de garganta.
La situación estresante que implica ambas situaciones han terminado por resquebrajar su unión y por ello necesitan no verse en un tiempo y relajarse antes de seguir con su matrimonio.