Precisamente esto ha hecho que a Aitana se le haya removido todo y ha querido compartir en redes una carta en la que abre su alma en canal: "No sé ocultar mis sentimientos, mi dolor, mi alegría, mi nostalgia, mi pena, mi tristeza, mi espontaneidad, mi persona... La gente me cala rápido. (...) Siempre habrá un mal día en el que tendré que sonreír para poder hacer que las personas que me rodean y vienen a verme sean felices".
"Quería abrirme a vosotros porque habéis vivido (y estáis viviendo) mi recorrido junto a mí, y a veces cerrarse en canal no es del todo bueno... porque sin querer, dejáis de entender cosas o os preocupáis de lo que pueda pasarme. Yo estoy bien, solo quiero transmitiros que si dejo de contar mi vida privada es porque no me he acostumbrado todavía a la idea de estar tan expuesta (...)", explicaba Aitana.
Una carta de lo más extensa
"Yo no soy perfecta, pero es que nunca lo seré y nunca he querido serlo. Me encantan los fallos porque es ahí cuando te das cuenta de lo humanos que somos. Hace tiempo que quería sincerarme con vosotros, pero en general la gente me dice que no es necesario dar explicaciones en la vida, que uno mismo tiene que tener claro lo que quiere y ser feliz y creer que está haciendo las cosas bien", se desahogaba la cantante.
"Sé que lo que estoy escribiendo aquí es un gran lío, siento si no sé explicarme, siento si no sé expresarme, siento si no sé escribir o utilizar correctamente los signos de puntuación. (...) Estoy dispuesta a superarme cada día un poco más aunque me caiga y me caiga y me caiga todas las veces que hagan falta. Las heridas son un signo de guerra y eso demuestra que quise luchar", pero añadía: "Hay veces que he querido parar de luchar o he pensado que esto no era para mí, pero ¿sabéis? no voy a dejar de luchar". Aitana añade una conclusión: "Estoy aprendiendo y voy a seguir aprendiendo (...) Todo va poco a poco pero soy feliz y quiero serlo más si cabe".