Laura Escanes está volcada por completo a sus proyectos profesionales, pero sobre todo a su hija Roma. En muy poco tiempo su vida ha cambiado mucho después de que haya roto su matrimonio con Risto Mejide, es por eso que su hija se ha convertido en el mejor refugio para ella. La niña, que nació en 2019, llegó a su vida para cambiarla por completo, y ahora ha escrito una carta para hablar de lo que ha supuesto para ella la maternidad.
Ha sido a través de su podcast, el nuevo que ha creado tras disolverse el que hacía con Risto Mejide, donde ha hablado abiertamente de cómo es su vida como madre con un experto en la materia, y ha comenzado lanzando un mensaje a su hija, que comenzaba así: "Pequeña Roma, no hay día que no me hagas sonreír. Solo con el hecho de pensar que estás en mi vida lo consigues".
" Llegaste a nuestra vida para hacerla mejor, no lo dudes nunca. Pero también tengo miedos y no hay día que no piense en todas esas cosas que no he sabido darte o que no he hecho bien. No hay día que me pregunte si serás feliz y recordarás tu infancia como una etapa bonita de tu vida. Escucharás muchas cosas sobre papá y mamá, demasiadas, y por eso, cada vez que tengo la oportunidad de decirte o escribirte, no me lo pienso", sigue diciendo.
La influencer ha tenido la necesidad de hacerlo por todo lo que se ha llegado a decir de ella y sobre todo después de su ruptura con Risto Mejide, por eso añade: "No sé si para callar bocas, para convencerme a mí o para convencerte a ti. A pesar de todo lo que puedan decir o creer. Por eso, un poco de todo esto, de este cielo es tuyo. Cuando me siento en el cielo, es por ti. Me haces volar y ver la vida desde otras perspectivas que no hubiera imaginado. Y ver la vida desde aquí arriba, dejándote volar, es más bonita si cabe. Digo dejarte volar porque confío en ti, porque eres valiente, capaz, sensible, fuerte, que nadie te haga dudar de tu fuerza ".
Lo que ha aprendido desde que es madre
En esta intervención además ha hablado de cómo fueron para ella sus primeros meses como madre, una etapa en la que tuvo que aprender a delegar. Para el aha sido un constante aprendizaje, por eso ha añadido: " Cuando nació Roma yo me di cuenta de que era una persona que no sabía delegar. Y todo quería hacerlo como a mi manera porque yo había hecho cursos, porque yo había leído mogollón de libros, porque me había informado tantísimo que era como que solo lo podíamos hacer de esa manera".