Fue toda una sorpresa descubrir que la relación entre Pedrito Rodríguez, exjugador del Barça, y Carolina Martín está más que rota. La noticia saltó después de que The Sun cazara al deportista besando a otra mujer en las calles de Londres. Después de doce años juntos, una boda celebrada en 2015 y tres hijos en común, el matrimonio ha decidido seguir por caminos completamente opuestos.
Carolina Martín ha querido aclarar la situación y explicar con detalle la verdad que hay detrás de esta situación personal. Hace tan solo unos días que firmaron los papeles del divorcio, aunque eso no significa que estén oficialmente divorciados. A pesar de que ella se marchó a Inglaterra cuando el futbolista fue fichado por el Chelsea, ha regresado a Barcelona con sus tres hijos tras la ruptura.
Pedrito con su mujer Carolina martín/ Fuente: InstagramSegún contó a Vanitatis, todo fue algo que pusieron en común: "La firma del divorcio fue de mutuo acuerdo y de forma extrajudicial, tanto en lo económico como en lo referente a la custodia de los niños". En lo referente a la custodia, se la quedará ella aunque el futbolista podrá ver a los niños siempre que lo desee o pueda: "será poco, porque sus compromisos profesionales no le permiten ver a sus hijos tanto como a ambos nos gustaría", ha añadido Carolina Martín.
Por el bien de los niños
Entre tanto, ha querido aclarar que su ruptura no ha tenido que ver con una tercera persona: "No fue una ruptura de la noche a la mañana". Parece que en esta separación pesó más el bien de sus tres hijos que el suyo. " Tenemos tres hijos en común y no queríamos que vivieran en un entorno tóxico, que era lo que teníamos. Teníamos intereses de vida completamente opuestos", ha continuado.
Pedro Rodríguez y Carolina Martín en su bodaEn cuanto a las imágenes publicadas de su todavía marido besando a otra mujer, ha dicho: "No es grato verlo, pero es ley de vida. Si tengo que rehacer mi vida en el futuro, yo también lo haré". De momento está rodeada por sentimientos encontrados, y entiende que él pueda iniciar una nueva relación, aunque la forma en la que la ha dado a conocer no la considera adecuada.
