Las únicas que continúan con su defensa a ultranza de Rocío Carrasco son la familia Campos y en este caso ha sido Carmen Borrego quien no se ha quedado callada ante la situación y ha hablado con Lecturas. La colaboradora tiene muy claro que la relación entre madre e hija nunca va a mejorar y, además, estaría en manos de la hija que la cosa se arreglase: "No creo que Rocío Flores recupere a su madre. A lo mejor algún día tienen un encuentro, pero no van a tener una relación de madre e hija", dice muy dura.
Una vez más, Carmen Borrego deja el problema en manos de Rocío Flores, asegurando que es ella la que debe pedir perdón: "Rocío Flores se equivocó de más joven y quizá tiene que pedir perdón. A lo mejor a su madre le ha podido hacer tanto daño que se ha quedado paralizada en eso. Y es incapaz de perdonar". También culpa a Rocío Flores de decir que quiere ver a su madre sobre todo por su hermano y no por ella misma.
Sin embargo, a pesar de haber dicho todo esto, Carmen Borrego asegura que ella no actuaría como su gran amiga, pero la sigue defendiendo a capa y espada: "Yo, como madre, actuaría de otra manera a como lo hace Rocío Carrasco, pero tampoco he vivido lo que ha vivido ella. Ha sufrido mucho. Que no hables de nadie de tu familia y que ellos se dediquen a hacer lo que hacen...".
Nueva demanda
Lejos de tratar de poner solución a esta situación, Rocío Carrasco ha decidido que la mejor manera de acercar posturas con su hija es volviendo a demandar a su padre, Antonio David Flores. En esta guerra de nunca acabar habrá un único ganador y, por el momento, quien va ganando los juicios es el colaborador. En esta ocasión la hija de Rocío Jurado ha interpuesto una demanda por un episodio sucedido en 2016, según ha podido saber Lecturas.
Rocío Carrasco le solicita 120.000 euros a Antonio David Flores en concepto de daños morales por una entrevista del año 2016 en la que dijo que le dolía que no hubiera invitado a sus hijos a la presentación de un sello dedicado a Rocío Jurado. El dinero lo solicita porque considera que el ex guardia civil vulneró su honor y su intimidad con dichas declaraciones. La guerra vuelve a estar servida.