En solitario, este fin de semana la empresaria se acercó a una de las playas de la localidad malagueña para disfrutar de una jornada de playa en la que tuvo mucho tiempo para relajarse entre chapuzón y chapuzón.
Luciendo cuerpazo con un bikini blanco y con el pelo recogido y protegido del sol, la salitre y la arena en un turbante turquesa de lo más chic, Lomana se dio un chapuzón antes de relajarse en una cómoda tumbona.
El glamour de Carmen Lomana en la playa
Allí, antes de tomar algo para refrescarse, empleó un cubo metálico para lavarse los pies y así evitar que su tumbona se llenara de arena. Así comenzó un día de playa en el que la empresaria también paseó y charló con algunos bañistas que le reconocieron.