Su último deseo
Carmen Franco llevaba un tiempo mal, pero no quería ir a médico por nada del mundo hasta que se convenció de que algo tenía que ir mal. Tras 15 días de consultas recibió la amarga noticia. No tardó en aceptar que el final estaba cerca, se resignó y dio gracias por haber tenido una vida larga y plena.
Al principio salía un poco, pero la enfermedad fue avanzando rápido y dejó de salir de casa. Tan solo recibía a su familia, sobre todo a su nieto Luis Alfonso de Borbón, que está devastado, y a su amiga María Dolores Bermúdez de Castro, que le ha estado visitando todas las tardes.
La situación de la hija de Franco se fue deteriorando hasta que ya dejó de levantarse de la cama y apenas come y habla. Su último deseo fue que todos sus hijos, nietos y bisnietos se reunieran en su casa por Nochebuena, aunque lo cierto es que no estuvo para muchas fiestas.