Galería: Carmen Borrego, la otra Campos
Aunque siempre asegura que quiere llevar una vida tranquila junto a los suyos y no quiere meterse en problemas, es cierto que, cada cierto tiempo, por una cosa o por otra, Carmen Borrego pasa a un primer plano con diversas polémicas a las que va haciendo frente. Ahora ha concedido una nueva exclusiva pero para desvelar las amenazas que está sufriendo y que le tienen aterrorizada.
La colaboradora de 'Viva la vida' ha dado una entrevista a Mila Ximénez para Lecturas en la que ha asegurado que su famoso titular en su última exclusiva "Rocío Carrasco nunca perdonará a su hija" le ha traído muchísimas consecuencias. En estos cuatro meses ha vivido un infierno por el que tuvo que buscar ayuda profesional.
María Teresa Campos con Rocio Carrasco, Terelu Campos y Carmen Borrego en la presentación de su colección de zapatos"He tenido que hacer una terapia con un psicólogo, me daba miedo salir la calle. No podía levantarme de la cama. Tenía miedo a ir a trabajar ", ha desvelado explicando que tuvo que tomar ciertas decisiones para poder seguir adelante y no quedarse estancada en lo que estaba ocurriendo.
Carmen Borrego: "Toqué fondo"
"Toqué fondo con la última entrevista. Tuve que dejar de ver 'Sálvame', me horrorizaba lo que pudieran decir", explica asegurando que anímicamente estaba destrozada: " He perdido la autoestima ante una cámara. Me he sentido una mierda. He tenido la sensación de que todo lo que hago está mal, esto te va tocando psicológicamente".
Carmen Borrego en el estreno de 'Supervivientes: Conexión Honduras'Pero lo más grave llegó cuando empezó a recibir anónimos con amenazas: "He recibido anónimos y amenazas de muerte. He tenido que ir a la Guardia Civil por anónimos que me han dejado en el buzón de mi casa en persona, sin sello ni nada", contaba desvelando también que también en persona vivió esa situación: " Una persona llegó a esperarme en la puerta de mi casa para insultarme. Me paraliza ".
No obstante, ahora que ha recibido ayuda de un profesional, Carmen Borrego se siente con fuerzas para contar lo que ha vivido y, sobre todo, para asegurar que no tiene miedo: " ¡No me voy a callar más! ", asegura muy fuerte y segura de sí misma tras haber pasado unos meses anímicamente muy complicados.
