"No hay ni trampa ni cartón" reconocía, "ni golpes de bisturí y sí mucho sacrificio, fuerza de voluntad y esfuerzo". En la instantánea se puede ver a la periodista en 2015, cuando apenas se cumplían cinco meses desde que diera a luz a su única hija. Aún no se había puesto en manos de la doctora Dolores Saavedra, quien la ayudaría a perder hasta 63 kilos en tan solo un año.
Corredera ha reconocido que estaba realmente enorme, pero que lo peor de todo es que no tenía salud ni calidad de vida: "Estaba en riesgo cardiovascular" y "tenía un grave nivel de grasa visceral". También ha querido recordar que en ese momento ya había tomado la decisión de ponerse en manos de especialistas para recuperar su salud, la foto le ha servido para comparar el antes y el después de la evolución que ha experimentado su cuerpo.
Nueva vida
La presentadora nunca ha ocultado que se sometiera en el pasado a una lipoescultura y a una mastopexia y, es por eso, que se le ha acusado hasta en la saciedad de ser reincidente en las operaciones estéticas. A pesar de todo, a ella le gusta recordar siempre que pueda que fue constante y que el sacrificio y la fuerza de voluntad fueron sus timones hacia una nueva vida.