Pero nada de lo que creía que le valía de barrera había ejercido como tal: "Este virus no entiende ni a deporte, ni a razones, ni a nada". Francino no podía contener las lágrimas cuando su relato llegaba a los peores días de su contagio: "A los 5 días de dar positivo tuve que ingresar de urgencia en la Fundación Jiménez Díaz con fiebre muy alta, el ánimo bastante bajito y el oxígeno muy bajo también. Las pasé canutas en algún momento, sobre todo durante 48 horas".
Tal y como supo después, las cosas no pintaban bien para él durante aquellos angustiosos días. Las consecuencias: la perdida de "6 o 7 kilos", mucha masa muscular, la voz (su bien más preciado como locutor de radio) y, lo peor de todo, un ictus del que, afortunadamente, se pudo recuperar sin ninguna secuela: "Toco madera", dice al otro lado del micrófono.
Sufrió un ictus a causa del coronavirus
Tras contar su propia historia, no dudó en trasmitir a los miles de oyentes que se encontraban al otro lado las reflexiones que ha hecho tras sus 47 días como paciente de riesgo ante el Covid-19. "¿Es posible que nos hayamos olvidado de los sanitarios? ¿Dónde han quedado aquellos aplausos a las 8 de la tarde? Solo recordar que todos los homenajes, todos los agradecimientos se quedan cortos (...) No paran nunca [los sanitarios], y eso que hay momentos que los he visto cansados, asustados y, desde luego, cabreados", recuerda de todos los sanitarios que le atendieron a él y que vio trabajar sin parar durante muchos días.
"Si el cariño fuera una hipoteca yo estaría pagando plazos lo que me queda de vida"
Una entrega que choca, recuerda, con las imágenes vividas en muchos lugares el pasado domingo 9 de mayo tras la suspensión del estado de alarma en toda España: "Como no van a cabrearse viendo lo que se ha visto este fin de semana. Que en la UCI del Hospital Clínico de Madrid se escuchase el ruido del botellón en la calle no tiene nombre", decía ahora indignado. "El Covid ha afectado a mucha gente, pero a otra mucho no y tengo la sensación de que, en ese segundo colectivo mayoritario, las alusiones a muertos, a hospitalizados... como que ya sobran un poco, molestan. Solo así se explican algunos comportamientos".
En sus palabras, también quiso incluir un agradecimiento a todo el cariño que recibió durante este eterno mes y medio de ausencia. "Un cariño que a mi familia y a mí sinceramente nos ha desbordado en estas semanas tan complicadas", recordaba, de nuevo, emocionado. Un cariño que le llegó de todos sus compañeros y compañeras de emisora, sino de otras personas que también le echaban en falta: "De un montón de oyentes, de personas que un día entrevistaste... Ha sido realmente abrumador. Si el cariño fuera una hipoteca yo estaría pagando plazos lo que me queda de vida".