La modelo ha contado cómo comenzó en el mundo de la moda, dejando su tierra natal después de una vida muy humilde.
Carme Chaparro ha podido conocer más a fondo la vida de Carla Pereyra, la mujer de Diego Simeone, una vida marcada por la moda, porque cuando era adolescente dejó su Argentina natal para probar suerte en el mundo laboral y cumplir su sueño, posando para los mejores fotógrafos y descubriendo un nuevo mundo.
Ella es conocida principalmente por ser la mujer del entrenador de fútbol, pero está claro que su vida va más allá de eso, aunque su familia sea lo más importante para ella. En esta entrevista ha enseñado cómo es su día a día y cómo abarca su proyecto de reforma de casas. También ha contado que cumplió un nuevo sueño viviendo en Madrid, algo de lo que no para de disfrutar. Pese a que ahora le vaya de maravilla, compaginando su vida personal y familiar con su lado más empresarial, no ha querido olvidarse de sus orígenes humildes, hablando de cómo fueron sus inicios. Se crio en el barrio obrero de Paraná y desde ahí se marchó para probar suerte en la moda: "Comencé en el modelaje con 17 años y me fui sola a Milán gracias a una oportunidad que me dieron, fue una etapa dura porque me rechazaron muchas veces, pero todo aquello me hizo superarme y son experiencias de vida", ha contado.
Su vida cambió cuando conoció a Simeone en un restaurante de Madrid: "Yo fui al servicio y cuando salí él estaba ahí, claro que yo sabía quién era, le felicité por su trabajo y entonces él me dijo que estaba esperándome a mí, empezamos a quedar y hasta hoy", ha contado la modelo. Una familia muy normal
El trabajo de su marido está marcado de exigencias, sin embargo, consiguen encontrar sus momentos para compartir ratitos juntos y disfrutar de planes en familia. "Cuando llega damos la cena juntos a las niñas y las bañamos, dentro de lo que podemos tenemos una vida normal", ha contado la modelo, feliz por la familia que han formado juntos y por lo que ha conseguido con esfuerzo y sacrificio.