Tras esto, las imágenes de la actriz Margot Robbie saliendo de la casa de la modelo con una bolsa llena de cajas de pastillas y sin parar de llorar hicieron que la situación fuese todavía más alarmante. Por el bien de la británica, nadie de su familia ni de su entorno más cercano habló públicamente sobre lo que estaba ocurriendo para que todo esto formase parte su intimidad y evitar algún revuelo mediático -más allá del que había ya creado-. Consecuentemente, días más tarde Cara Delevingne no aparecía en el evento celebrado durante la Semana de la Moda de Nueva York para presentar su colección junto a la firma Karl Lagerfeld.
En cambio, no ocurrió lo mismo con el evento celebrado en el marco de la Semana de la Moda de París. Sin que nadie se lo esperase, la supermodelo reaparecía públicamente muy sonriente y con la actitud con la que siempre se la ha conocido y que nada tiene que ver con aquellas preocupantes imágenes. La británica posó en el photocall en solitario y junto al resto de personas del equipo.
Cara Delevingne, una celebridad que nunca ocultó sus problemas
Además de esto, la también actriz habló abiertamente de problema de salud mental que ha tenido desde muy joven y que superó, en parte, gracias a la medicación: "A los 15 años me golpeó una ola masiva de depresión y ansiedad. Solo quería desmaterializarme y que alguien me barriera". A esto se le sumó también otra lucha interna sobre su propia identidad y su condición sexual como pansexual, algo muy difícil de identificar y reconocer en "una familia tan conversadora" como fue la suya.