En dichos documentos, los fiscales aseguran que Liam Payne pidió cuatro botellas de whisky el día 15 de octubre a las 10 de la noche y, tras esto, le siguieron otras cinco botellas del mismo alcohol a las 6:36 de la madrugada del 16 de octubre, día en el que falleció. Siguiendo el orden cronológico de los hechos según los informes revelados por TMZ, Payne escribió a Roger Nores, su mánager y amigo, diciéndole que iba a practicar sexo con una prostituta y, acto seguido, llamó a las 9:32 pidiéndole 6 gramos, se sobreentiende que de droga.
En torno a la mencionada hora, el mánager llegó al hotel para desayunar con él y Liam Payne tomó whisky. Pasando a la hora de la comida, una asistenta se encontraba limpiando la habitación destrozada del cantante cuando este volvió de repente buscando algo de manera frenética. Dicho testigo asegura que encontró un "polvo", por lo que se presupone que volvió a drogarse de nuevo. Tras esto, a las 11:30 de la mañana llegaron las prostitutas, quienes declararon haber tenido relaciones con el cantante antes de que les pidiera más cocaína.
Un final trágico
En esas imágenes se ve cómo tres hombres llevan al cantante cogido por los brazos y las piernas por los pasillos del hotel hasta su habitación, donde procedieron a dejarle encerrado y llamaron después a los servicios de emergencia. Según parece, al verse atrapado, decidió colocarse una gorra y colgarse su bolso para intentar salir por el balcón pero, su lamentable estado le habría hecho perder el conocimiento y precipitarse al vacío desde el tercer piso.
La familia busca responsables
Nores es una de las tres personas que hay acusadas en relación a la muerte de Payne, pues los fiscales le acusan de abandono. Al parecer, el padre del artista le habría dicho a las autoridades que Nores se había ofrecido de manera voluntaria a cuidar de su hijo y a organizar su ingreso en rehabilitación en mayo de 2025. En los documentos a los que ha accedido TMZ se lee cómo Geoff, el padre, le dijo al mánager que era fundamental que su hijo se mantuviera ocupado para así poder mantener la sobriedad.
Sin embargo, el padre detectó en septiembre que algo no iba bien, pues despidió a un guardaespaldas que intentó que no consumiera drogas. Ya en ese momento, Payne se escapó escalando por una manguera a través de una ventana. Pues bien, los abogados de la familia estuvieron en los tribunales de Argentina y según ha publicado Page Six podrían iniciar acciones penales privadas contra cualquier persona que haya contribuido a su muerte.