Tamara ha pasado, seguramente, por uno de los momentos más surrealistas de toda su carrera. La cantante viajó el pasado mes de julio hasta Castro de Rei, Lugo, para ofrecer un concierto junto a Sergio Dalma, pero la artista acabó en un cementerio.
Al parecer, según ha publicado este martes La Voz de Galicia, Tamara llegó un poco más tarde de lo previsto porque el GPS le jugó una mala pasada y se perdió. Cuando finalmente llegaron al lugar, siempre dentro del horario previsto según su reprensentante, estuvieron esperando en el coche hasta que llegara su turno para actuar.
Tamara fue conducida a una sala para difuntos
Pero la cantante interpretó este hecho como una retención contra su voluntad y decidió marcharse del lugar y poner una denuncia ante la Guardia Civil en lugar de salir al escenario. Por su parte, el denunciado, el empresario José Ángel López Sande, asegura que la actitud tanto de Tamara como de sus acompañantes fue desde un primer momento de prepotencia.
Unos hechos que han salido a la luz ahora que la jueza Pilar de Lara comenzará a tomar declaración a los implicados en la historia para posteriormente decidir si el asunto tiene algún tipo de contenido penal o simplemente se tiene que archivar.