Han pasado diez meses desde que murió Riverita y ahora se ha conocido que sus últimas voluntades podrían dar un giro tal y como ha adelantado la revista Diez Minutos. Tras recibir la demanda de filiación de Jacobo Moreno, Antonio Rivera se ha realizado una prueba de ADN por lo que en caso de que él fuese su hijo y reclamara su herencia, podría convertirse en heredero universal.
Como no se sabe lo que ocurrirá, se han tomado medidas cautelares para que la herencia no se toque, ya que Canales Rivera se había convertido en su heredero oficial y ya había comenzado a vender parte de los objetos personales de su tío fallecido. Jacobo Moreno desde el principio afirmó que tenía contacto con su supuesto padre, aunque debido a la distancia que les separaba su relación no había sido tan estrecha como les hubiese gustado.
Según consta en la demanda presentada en el Juzgado de Primera Instancia número 10 de Castellón, esto podría dar un giro al asunto: " Tal prueba indica que existe una probabilidad de cerca del setenta y cinco por ciento de que Jacobo Moreno Muñoz sea hijo de José Rivera Pérez". Así que de esta manera quedaría demostrado que es sobrino de Antonio Rivera, Teresa Rivera y el fallecido Francisco Rivera, por lo que sería además de primo de Cayetano, Francisco Rivera, Kiko Rivera y José Antonio Canales Rivera, entre otros.
En un primer momento José Antonio Canales Rivera respondió a la demanda con incredulidad ante la posibilidad de la existencia de un hijo de su tío, y perdería de esta manera dos tercios de la herencia. Ante su actitud y después de haber vendido varias cosas, algo que ha reconocido el propio José Antonio Canales Rivera en un programa de televisión, se ha procedido a presentar medidas cautelares de los bienes de Riverita, para todos los beneficiarios de la herencia.
La herencia de Canales Rivera, en peligro
Si se demuestra que Jacobo Moreno es su hijo, se convertiría en el heredero, con dos tercios de la totalidad de los bienes de su padre, José Rivera, y el tercio restante quedaría repartido prioritariamente entre los legatarios presentes en el testamento y José Antonio Canales Rivera. Así se convertiría en el propietario de un enorme chalet en el centro de Barbate, en Cádiz, de una finca rústica en Benalup- Casas Viejas de 1.800 metros y una parcela en Vejer de la Frontera de 3.400 metros.