La revista Semana ha realizado una entrevista con la psicóloga Lara Ferreiro para analizar las secuelas que se hayan podido desarrollar en la artista durante el gran estruendo mediático que supuso el caso y sigue generando. La experta indica que es un proceso que requiere de al menos dos años para pasar por todas las fases. "Es muy complejo", ha señalado Ferreiro.
El conocimiento de la sentencia es fundamental para poder sanar correctamente, ya que si existe una condena firme será más fácil poder pasar página. "Hasta que no se cierre ese proceso judicial, la herida permanece abierta. Da mucha paz saber que hay una sentencia. Lo que supone la reparación de la justicia", ha asegurado la psicóloga.
Las fases que deben atravesar
En la segunda fase, la víctima cuestiona todo lo acontecido y se producen los efectos secundarios como la rabia, la tristeza y el insomnio. "Tienes que colocar todo lo que ha pasado a nivel psicológico. Colocar a tu sobrino y pensar que no es la persona que tú creías. En esta fase existe la esperanza de que todo se arregle y que pase cuanto antes", ha relatado Ferreiro. Además, detalla que el apoyo de su pareja es fundamental en este aspecto.
La desolación, el dolor y el miedo tienen lugar en la tercera fase. "Ese miedo es horroroso y te carcome. Vives el futuro con la incertidumbre de qué va a pasar y si te va a volver a ocurrir. Sientes miedo a tu seguridad física", ha señalado la psicóloga. La cuarta fase supone la adaptación a la situación. "Se dijo incluso que se iban a mudar. Han precisado de ayuda psicológica. Se han apoyado en su red, la famosa 'redarquía'. Tus amigos y las personas que te quieren, te apoyan y te alientan", ha apuntado. Finalmente, en la quinta fase se daría finalizado el proceso con la superación del trauma.
El punto en el que se encuentra María del Monte e Inmaculada Casal
Tras un año del incidente, Lara Ferreiro considera que tanto María del Monte como su mujer Inmaculada Casal estarían atravesando la cuarta fase. "Pueden desarrollar fobia social. Miedo a salir fuera de casa y a que te roben en la propia calle. También un trastorno de estrés postraumático e insomnio crónico". Además, detalla que la pareja podría estar manifestando pensamientos intrusivos como 'no estoy a salvo': "Desarrollas muchísimo pánico y muchísimo miedo. Lo de dormir es muy significativo. A mí me han contado otros supervivientes de este tipo de atracos que te levantas en la noche y no puedes dormir. Te angustia la noche".
"Es una parte muy compleja en este tipo de situaciones. Tu casa es tu refugio. Yo llego a mi casa y me relajo. Ellas no pueden. Pueden desarrollar todo tipo de sintomatología, sobre todo de tipo ansioso y de tipo de ánimo. Tristeza y el síndrome de la indefensión aprendida. Crees que no te vas a poder defender si te vuelve a pasar", ha sentenciado la psicóloga.