Al igual que los británicos tienen sus títulos de Caballeros y Damas del Imperio Británico, Estados Unidos también tiene sus propios galardones concedidos por la más alta esfera de gobierno. Los Premios Kennedy destacan cada año a cinco personas que con su trabajo hayan contribuido de manera importante al mundo de las artes y los elegidos de este año son el actor Tom Hanks, los cantantes Sting y Al Green, la humorista y actriz Melanie Griffith y la mítica bailarina Patricia McBride.
El pasado sábado se reunieron todos los galardonados junto a unos privilegiados invitados en la Casa Blanca para disfrutar de una cena de gala organizada por el presidente Barack Obama y su esposa, la Primera Dama Michelle. Por la alfombra roja pasaron grandes estrellas de la gran pantalla, como Melanie Griffith, Jane Fonda, Frank Langella O Jane Lynch, así como estrellas emergentes del mundo de la canción, como Bruno Mars.
Problemas para Tom Hanks
El Premio Kennedy es tan solo un pequeño respiro para la difícil situación familiar por la que está atravesando Tom Hanks. Su segundo hijo, el rapero Chester, fruto de su relación con la actriz Rita Wilson, acaba de confesar públicamente que durante muchos años fue adicto a la cocaína. "Estuve sufriendo el abuso de esta sustancia desde que tenía 16 años", ha confesado a través de las redes sociales.
Mediante un vídeo, el joven ha querido sincerarse y truncar la exclusiva a la revista Star Magazine, que pensaba publicarlo en su portada del 8 de diciembre. "A la edad de 24 años, decidí pedir ayuda. Llevo sobre mis espaldas 50 días sobrio y puedo decir con honestidad que nunca fui más feliz", asegura el rehabilitado Chester.