Galería: La familia Beckham, en imágenes
Después de todas las bromas que protagonizaban padre e hijo por las redes sociales, finalmente, el exfutbolista David Beckham, de 40 años, ha admitido la derrota poniendo de manifiesto que Brooklyn, su primer hijo con Victoria Beckham, le ha superado en las apuestas de popularidad. En unas recientes declaraciones, el deportista ha dicho que es divertido salir con Brooklyn por toda la atención que suscita. Parece que a David el hecho de que su hijo se esté convirtiendo en toda una celebrity le parece algo realmente curioso y admite sentirse orgulloso del magnetismo que desprende su hijo.
Tras haberse retirado del futbol hace un par de años, y aunque tiene proyectos publicitarios e incluso papeles en varias películas, David Beckham tiene más tiempo que nunca para pasar con su familia. Este tiempo libre del que a veces goza lo aprovecha también para estrechar las relaciones padre e hijo con Brooklyn, que con 16 años, ya se está convirtiendo en todo un hombre. ''Se me hace raro que, salgo con él y alguien se nos acerca para pedirnos una foto, sea yo el que tiene que coger la cámara y apretar el botón'', afirmaba el deportista.
Pese a que ahora David Beckham ha admitido que Brooklyn es cada vez más popular, desde luego que antes tenía otra opinión del tema. No hace mucho el exfutbolista arruinaba de forma simpática la celebración que su hijo hacía en Instagram al llegar al millón de seguidores. En mitad del vídeo, David aparecía asomando la cabeza por detrás de su hijo exclamando: ''¡Pues yo tengo 52!''. Ante esto, Brooklyn se tomaba con humor la broma de su padre y escribía en la descripción de la publicación #ismydadcoolerthanme-¿mi padre mola más que yo?-.
Una relación muy estrecha
David y Brooklyn Beckham están cada vez más unidos y la última manifestación pública del vínculo que existe entre ellos sucedía hace unos días cuando el astro del futbol se unía a su hijo para jugar un partido amistoso en el estadio de futbol Old Trafford de Manchester. Padre e hijo jugaron juntos en un equipo en el que también se encontraba el cantante y amigo de Brooklyn, Harry Styles. David, aunque retirado del campo, tiene previsto regresar a Old Trafford para jugar un partido benéfico el próximo mes con el fin de recaudar fondos para Unicef.