la actriz ha contado su angustia segundo después de romperse el fémur y cómo ha atrevesado este momento tras ser intervenida en varias ocasiones.
"Sentà como si fuera a cámara lenta. Y luego comencé a gritar", ha dicho Brooke Shields sobre su accidente en un gimnasio en el centro de Nueva York a fines de enero de 2021, cuando se cayó de una tabla de equilibrio, voló en el aire y aterrizó con tal fuerza que se rompió el fémur de una de sus piernas. Asà lo ha contado en una entrevista para la revista People.
Parece que lo está pasando muy mal durante su recuperación, por eso ha añadido: "Salieron sonidos que nunca habÃa escuchado antes". Y es que inmediatamente tras la fractura de su pierna se preocupó bastante, pensando que quizás no volverÃa a caminar nunca más. En el momento en el que llegaron los sanitarios y la colocaron en una camilla ha contado que estaba asustada y sentÃa miedo.
Una vez fue trasladada al hospital, necesitaba ser operada para que le colocaran unas varillas de metal, y por eso ha seguido diciendo: "Una iba desde la parte superior de la cadera hacia abajo y otra a través de la cavidad de la cadera". Además, tuvo que volver a ser operada para que le insertaran otras cinco nuevas varillas y una placa de metal para que todo vuelva a estar en su lugar.
"Nunca me consideré zen, pero me di cuenta con cierta calma de que ahora el resto depende de mÃ", ha seguido diciendo sobre su filosofÃa de vida en estos momentos. Después de dos semanas y media en el hospital, se fue a casa, cuando pasó por otro momento duro, porque desarrolló una infección por estafilococos muy grave que requirió que regresara para una cirugÃa de emergencia en el sitio de la vÃa intravenosa donde habÃa hecho tres transfusiones de sangre. "Al principio temieron que pudiera ser MRSA (un tipo de bacteria resistente a los antibióticos)", dijo al respecto, y añadió: "Gracias a Dios que no lo fue. Si lo hubiera sido, mi médico dijo que habrÃa sido una carrera contra el tiempo. Asà es como puedes volverte séptico. ParecÃa impensable".Se sintió muy sola
Por otro lado, ha contado que lo pasó peor porque su marido, el productor Chris Hency y sus hijas Rowan y Grier no pudieron hacerle ninguna visita por las restricciones por el coronavirus. Ahora con su apoyo está intentando avanzar entrenando cada dÃa con un fisioterapia.