Después de conseguir un primer paso en su liberación, al conseguir que ella misma pueda elegir su propio abogado, ahora parece que las cosas se le ponen de cara. Y es que, Mathew Rosengart, su nuevo defensor, ha hecho una petición formal en la Corte Superior de Los Angeles para cambiar su tutor legal. Jason Rubin sería el elegido.
Jason Rubin es un asesor financiero de renombre, experto en contabilidad y administración de carteras complejas. Se busca que sea él quien controle la fortuna de Britney Spears valorada en 50 millones de dólares (48 en propiedades y 2 en efectivo), y que él autorice a la cantante a aceptar nuevos conciertos o grabaciones.
Uno de los informes presentados por Mathew Rosengart para que Jamie Spears deje la tutela de su hija es el mal uso del dinero que ha hecho, y como esta situación está destrozando la vida de Britney Spears: "Podría llegar un momento en que se pida a la Corte que considere si la tutela debe terminar en su totalidad y si, además de despojar a su hija de su dignidad, autonomía y ciertas libertades fundamentales, el señor Spears también es culpable de malversación, daños u otra acción legal en su contra".
Britney Spears ha explotado
Esta situación de descontrol tiene a Britney Spears muy descolocada. Lo único que quiere es que pueda ella hacerse cargo de su propia vida. Hace unos días explotó por redes sociales contra su padre y todos aquellos que la critican. La cantante afirmó que mientras su padre sea el dueño de su vida ella no tiene intención de continuar en el mundo de la música. Para ella es mejor grabar vídeos desde su salón que subirse a un escenario y que ese dinero vaya a parar al bolsillo de su padre.