Como en todas las galas y fiestas posteriores a una entrega de premios, las anécdotas y los cotilleos acerca de cómo vivieron la ocasiones los asistentes a la mismas se han convertido en un 'must-have' de todo fan que se precie. Después de que Jennifer Lawrence no se cortara un pelo y se quejara del efecto "axila vaginal" que le causaba el vestido de Dior que lució, le llega el turno a uno de sus compañeros de reparto y mesa: el actor Bradley Cooper.
Y es que, pese a encontrarse de lo más incómoda con su atuendo, Jennifer Lawrence tuvo que compartir mesa con una de las parejas más cariñosas de la noche. De forma inesperada, el actor Bradley Cooper decidió acudir acompañado de su joven novia, la modelo Suki Waterhouse, a la entrega de los premios SAG 2014.
Cooper, que se encargó de presentar uno de los premios junto a Jennifer Lawrence, no dudó en presumir de chica y en deshacerse en abrazos, besos y caricias, convirtiéndola así en una de las más envidiadas de la noche. Risas, gestos cómplices y miradas románticas fueron algunas de las demostraciones de amor que el actor hizo a Suki, a quien no llevaba a un acto público desde la promoción en Nueva York de 'American Hustle'.
Suki Waterhouse, una novia de armas tomar
A diferencia de la reciente gala de los Critics' Choice Awards, a la que el actor acudió solo, esta vez no ha dudado en pedir a su novia que le acompañe. Y todo ello a pesar de que, tras los Critics' Choice Awards, Suki sí que asistió a la fiesta posterior y acabó dando la nota.
Al parecer, la it-girl se tomó unas cuantas copas de más y acabó siendo fotografiada junto al actor a la salida de la fiesta sin apenas poder abrir los ojos. Según algunas fuentes, puede que incluso la joven modelo hubiera abusado de los cócteles porque el atractivo actor no la invitó a la ceremonia de entrega de los galardones.