Brad Pitt ha disfrutado de un atípico verano, aunque feliz, al lado de la modelo alemana Nicole Poturalski. Los dos estuvieron en la villa francesa que el actor aún comparte con su exmujer, pero su regreso no ha sido como esperaba porque se ha topado con un contratiempo y todo por haber estado en el extranjero.
Al volver a Los Ángeles se topó con una situación inesperada, puesto que a Angelina Jolie le preocupaba que el padre de sus hijos pudiese contagiarles de coronavirus tras haber viajado a un país como Francia donde hay tantos casos de Covid-19. Por tanto, la actriz le pidió a Brad Pitt que se pusiese en cuarentena antes de ver a sus hijos tal y como ha revelado la revista US Weekly.
"Angelina insistió en que Brad se pusiera en cuarentena durante 14 días después de su regreso de Francia, aludiendo a un aumento de casos de COVID-19 en el país ", ha dicho una fuente cercana a la familia a dicha revista, para añadir: "No quería arriesgarse a que los niños lo cogieran".
Pese a que el actor quiso hacerse varias pruebas para reducir su aislamiento, no sirvió para nada, puesto que la actriz no se lo permitió. Debido a esta imposición, Pitt decidió cumplir dicha cuarenten a y gracias a ello pudo volver a reunirse con sus hijos. De momento las tensiones entre la expareja continúan, y es que no dejan de surgir cosas que mantienen muy viva su enemistad. Pero lo bueno es que al fin Brad Pitt puede estar cerca de sus hijos, e incluso se le pudo ver en una ocasión saliendo de la casa de Jolie.
Un romance que puede ser una provocación para Jolie
En cuanto a su nuevo romance, los dos fueron vistos en el aeropuerto de París-Le Bourget el pasado 26 de agosto de 2020, el mismo día que salió a la luz la noticia de su posible romance. Después se trasladaron al Château Miraval, la finca al sur de Francia que Brad Pitt y Angelina Jolie todavía tienen en común, y además fue ahí donde se casaron. "Brad sabe perfectamente lo que está haciendo y la reacción que va a obtener de Angelina" ha dicho la misma fuente en exclusiva a Us Weekly, aunque hay quienes han interpretado estas vacaciones como una provocación.