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Boris Becker y Lilly Kerssenberg estaban a punto de celebrar 9 años de casados el próximo 12 de junio pero esto finalmente no va a tener lugar ya que " han decidido poner fin a su relación de 13 años de mutuo acuerdo y en forma amigable ", tal y como ha informado el propio abogado de Becker, Christina-Oliver Moser, a varios medios alemanes: "Boris y Lilly rompieron hace unas semanas".
Varias fuentes cercanas a la pareja también han comentado que "en su matrimonio siempre hubo separaciones y reconciliaciones, pero esta vez es la definitiva". El motivo no habría sido otro que las diferencias y la falta de entendimiento entre ellos: " Su relación turbulenta se ha vuelto más dura año tras año. Son dos personalidades fuertes y completamente diferentes que chochan. Al principio eso fue atractivo para Boris, pero finalmente la relación se volvió agotadora. Él quiere más paz, apoyo y armonía en su matrimonio", aseguran esas mismas fuentes.
La pareja tendrá que lidiar con un problema añadido, el del hijo en común que tuvieron en febrero de 2010, Amadeus, primero de la pareja y el cuarto del alemán que tiene otros tres hijos: Elias y Noah, de su relación con la diseñadora Barbara Becker; y Anna Ermakova, fruto de una relación extramatimonial con la modelo Angela Ermakova.
Divirtiéndose en Roland Garros
El extenista parece llevar bastante bien este nuevo cambio en su vida. Tras conocerse la noticia, Becker se ha dejado ver muy divertido por el torneo de Tenis Roland Garros 2018 en París, donde ha disfrutado de la que era su pasión y su oficio. Aunque no son precisamente buenos tiempos para él. Las malas noticias nunca vienen solas y hace unos días se conocía que una mansión que tiene en Mallorca ha sido ocupada después de varios años abandonada porque el alemán no podía hacerse cargo de los gastos tras ser declarado en bancarrota el pasado junio de 2017.