Que la boda de Chiara Ferragni y Fedez iba a ser uno de los grandes eventos del año ya quedó claro con la fiesta preboda que organizaron el pasado viernes 31 de agosto. En ella los dos protagonistas se dieron un baño de masas saludando desde el balcón del ayuntamiento de Noto (Sicilia, Italia) además de una impresionante fiesta con los 160 invitados que acabó desmadrándose más de la cuenta apenas unas horas antes de que se diese en 'sí, quiero' oficialmente.
Pero siendo el gran día en la vida en la vida de 'La Influencer' por excelencia de todo el mundo, estaba claro que este no iba a ser al uso. Los Ferragnez (así se hicieron llamar a través de un hashtag oficial para el evento) han ideado una nueva forma de celebrar un enlace matrimonial: la ceremonia 3.0. Aunque mantuvieron las tradiciones más especiales de las bodas como la novia vestida de blanco con velo y larga cola (eso sí, firmado por Maria Grazia Chiuri para Dior) acompañada hasta el altar por su padre donde esperaba nervioso el novio (vestido por Versace y rompiendo ya las reglas al no usar corbata) que anteriormente había sido acompañado por su madre; los novios decidieron no hacer como otros famosos durante el evento (como fuel el caso de Laura Escanes y Risto Mejide) que prohibían a los invitados tomar fotografías o vídeos a lo largo de la ceremonia -básicamente porque tienen un contrato firmado con alguna revista para sacar la exclusiva los días posteriores-.
Los familiares y amigos de la influencer y el cantante fueron incitados a todo lo contrario, tomar todas las fotografías y vídeos que les diese la gana y que podrían ir compartiendo a través de las redes sociales al momento. Esto produjo que tanto las cuentas des Instagram de los ya marido y mujer (que en total suman más 20 millones de seguidores) así como las de los 160 invitados se llenasen de ciertos de imágenes desde todos los ángulos posibles de cada uno de los momentos. Esto produjo que tuviese lugar algo inusual en este tipo de eventos: no hubo ni un solo aplauso en el camino al altar de ninguno de los dos. Y no, esto no fue por petición explícita de ellos, tiene una respuesta mucho más sencilla: literalmente todos los invitados estaban grabando el momento con sus teléfonos móviles.
Y aún que la villa Dimora delle Balze donde se celebró la ceremonia destacó por una sencillez para nada esperada en un enlace de este calibre; la opulencia esperada por todos estaba toda concentrada en el convite y en la fiesta posterior a este -además de en la fiesta preboda-. Para la ocasión y tras tomar las fotos pertinentes, Ferragni tenía preparado un nuevo look: un vestido también de Dior diseñado exclusivamente para la ocasión inspirado en la colección primavera-verano 2018 de la marca. En un tono beige y una impresionante falda de tull que fue decorada con diferentes bordados que versaban sobre la relación amorosa: un pequeño león en honor a su hijo, la letra de varias canciones de Fedez, referencias al lugar donde se conocieron...
Tras el festín de comida tuvo lugar el momento de la tarta que, por supuesto, no se produjo en la cabecera del salón de ceremonias como es usual. En este caso la tarta de 6 pisos estaba colocada en el jardín bajo una especial de pérgola que se mimetizaba con el escenario sobre la que se produjo un juego de fuegos artificiales digno de cualquier evento a gran escala. Pero es que esta era la boda de Chiara Ferragni y Fedez, la pareja más likeada de todo el mundo. Y tas esto se abrieron las puertas del 'The Ferragnez Luna Park'. Así es, la boda contaba con su propio parque temático para que los invitados disfrutasen a lo largo de la noche. Como no podía ser menos, entre las atracciones no faltó una impresionante noria, un tiovivo y otro tipo de máquinas recreativas como el saco para dar puñetazos para medir fuerzas, una máquina de feria con gancho con la que los invitados intentarían conseguir un peluche o bien de Fedez o de Chiara Ferragni, etc.
La boda más barata del mundo
Y a pesar del todo el derroche y opulencia que se produjo durante las pasadas 48 horas en la pequeña localidad de Sicilia, esta podría haber sido la boda más rentable calidad-precio. Es posible que los novios (que juntos cuentan con una fortuna de casi 20 millones de euros) poco más se hayan gastado que una boda de un persona cualquiera. Y es que tener también más de 20 millones de seguidores en las redes sociales hace de tu vida un verdadero negocio -nada nuevo se descubre aquí-. Por eso la influencer ha decidido rentabilizar su boda de una manera muy sutil. Marcas como Dior, Versace, Diesel, Alberta Ferreti, Prada o Pomellato diseñaron diferentes atuendos durante los dos días haciendo promoción cada uno de ellos así como las marcas en sus respectivas redes sociales. Un feedback para cada una de las marcas que los seguidores de ambos ha sabido pagarles muy bien a golpe de like y follow en Instagram.
Otras grandes empresas como Alitalia (encargada de poner a su disposición un avión personalizado para el transporte de todos los invitados hasta la ciudad), M&M (quienes surtieron a todos los pasajeros con una pequeña caja para hacer más ameno el viaje) y BMW (quien puso una flota de más de 50 coches para llevar a todos los invitados hasta sus diferentes lugares de hospedaje) también se lucraron del negocio de las redes sociales: durante el viaje del viernes las 160 cuentas de cada uno de los invitados se llenó de fotografías de todas y cada una de las marcas así como de algún hashtag promocional creado para la ocasión (#suplliedbyalitalia, por ejemplo).
La marca de juguetes Trudi regaló a los novios dos disfraces a tamaño real de ellos mismos como si de la mascota de un equipo de baloncesto se tratase. Algo que seguramente se ha convertido en el capricho de más de uno. Incluso el propio Ayutamiento de Noto puso de su parte para el gran evento blindando las calles o cediendo edificios públicos (como el balcón desde donde saludaron los novios en la pre-boda). ¿Por qué? Pues este enlace preveía un incremento del turismo de forma inusual gracias a ellos. ¡Pues bienvenidos sean los Ferragnez!
Lo que Chiara quiso decir con todos los looks de su gran día
Y es que Chiara Ferragni no da puntada sin hilo, nunca mejor dicho. Cada uno de los trajes que ella escogió para el gran día (los suyos propios, los de las damas del honor y el de su madre) no fueron fruto de la casualidad. En primer lugar todo ellos era diseñados por mujeres (Maria Grazia Chiuri para Dior, Donatella para Versace y Alberta Ferreti) queriendo demostrar el poder de la mujer en las grandes industrias que manejan parte del mundo -partiendo de ella misma con un imperio propio a sus espaldas. Además los vestidos de las damas de honor y el de su madre estaban fabricados con materiales reciclados : tejidos y cremalleras era de productos anteriores de la marca Alberta Ferreti siendo así también respetuosas con el medio ambiente.