A pocos días de cumplir 22 años -el 4 de marzo-, Bobbi Kristina lucha por sobrevivir a un estado de coma. Tras ser encontrada inconsciente en la bañera de su casa en Atlanta la joven entró en estado de coma, una estabilidad dentro de la gravedad que ha dejado a la joven con graves secuelas cerebrales por la falta de oxígeno antes de ser encontrada por su novio Nick Gordon.
Según el último informe médico publicado por CNN, Bobbi Kristina habría salido del coma, pero al poco tiempo de ser retirada la medicación, Kristina "ha sufrido convulsiones violentas", una situación más que delicada que ha llevado a la familia a calificar la situación como 'severa'.
Por lo que se entiende, Kristina habría vuelto al estado de coma inducido en el que se encuentra desde el 31 de enero, sedada y con la indispensable respiración artificial. Tras este intento, la familia ha descrito a People la situación en la que se encontró Bobbi Kristina: "estaba fuera de sí".
Una recuperación casi imposible
Aún con esta estabilidad crítica, el doctor Subhashini Ramesh, profesor de Cuidados Neurocríticos en la Georgia Regents University ha explicado que "el problema de fondo "ha mejorado", un paso hacia el fin último del equipo de médicos del hospital: "dar el sentido en el que el paciente sea capaz de hacer algo por sí mismos".
Una fuente cercana ha dado las gracias por todo el apoyo y ha pedido los pensamientos de todos lo que se han preocupado: "Por favor, todo el mundo necesita para orar por Krissi. No me importa qué religión profesas, incluso si usted no tiene ninguna religión. Envíe sus pensamientos, sus oraciones, sus buenos deseos. Envíe todo lo que tenga. Por Favor".