Aunque es difícil que alguien arrebate el puso de diva a Beyoncé, muy de cerca le sigue su hija Blue Ivy, quien se convirtió en otra de las grandes protagonistas de la noche de los Grammy 2017. Estuvo en el patio de butacas acompañada por su padre, el rapero Jay Z, y ninguno de los dos se perdió a Beyoncé sobre el escenario, convertida en una diosa y presumiendo de su doble embarazo. No paró de aplaudir y disfrutó del espectáculo también acompañada por su abuela y su prima.
Igual que Beyoncé, la pequeña de la familia que muy pronto se convertirá en hermana mayor de dos bebés, iba vestida para la ocasión. Ataviada de un traje en un tono rosa chicle, llevaba una blusa de chorreras con broche de plata incluido, solapas negras y un bolso rojo brillante del mismo color que el vestido de su madre. Sin perder detalle, la niña llevaba las uñas pintadas a juego y una trenza.
Una de las cosas que más llamó la atención de su vestimenta es que era un look al más puro estilo de Prince, héroe musical que falleció en 2016. Se trata de un 'look pirata' que lució el cantante en la década de los 80.
Atención de todos
Recibió carantoñas por parte de muchos artistas, entre ellos el presentador de televisión James Corden, quien acompañado de un decorado en forma de coche la incluyó en un momento muy divertido acompañada de otros artistas como JLo o Pharrel Williams. Por otro lado uno de los hermanos Jonas también se acercó a saludarla.
Ésta no ha sido la primera vez que la niña ha acompañado a su madre a un evento de tanta importancia, porque hace unos meses apareció en los MTV Awards con un largo vestido de color dorado. Blue Ivy ha demostrado que con tan solo cinco añitos es una 'mini It Girl' en toda regla.