Un problema que arrastra desde hace muchísimos años y del que no ha hablado hasta ahora. Es más, quería hacerlo a través de un vídeo, pero el cantante todavía no se siente preparado para verbalizar en público el proceso por el que atraviesa: "Hola familia. Quería hacer un vídeo explicando mi actual situación, pero aún no me veo con fuerzas para hacer un monólogo delante de una cámara, eso nunca se me dio demasiado bien, tal vez por eso recurrí a la música para verbalizar mis sentimientos".
Su sueño era representar a España en Eurovisión, algo que estaba a punto de cumplir hasta que llegó la pandemia por el coronavirus y el Festival de la Canción se ha tenido que aplazar para 2021. Una situación que así ha querido expresar el cantante: "Lo único en lo que he destacado desde que era niño ha sido cantando. Soñaba con interpretar en grandes escenarios, pasé por concursos que me hacían soñar a lo grande, y un día, uno de esos sueños se hizo realidad: Eurovisión. Tan real como el vestido de Cenicienta... pero en algún momento dieron las doce y yo ni me di cuenta. Mi corazón se rompió en mil pedazos y volví al punto de inicio".
Una situación que le ha generado un estado de angustia por el que se vio obligado a cancelar todos los compromisos profesionales que había adquirido tras comenzar el confinamiento: "Empezar todo desde cero. Y por más que trato de pensar en qué sucederá en 2021, es tanta la angustia que siento ahora que no puedo pensar con claridad. Todo esto sucedió fuera de mi casa, y como tantas personas que están pasando por lo mismo, la sensación de agobio fue cada vez mayor. Llegó el insomnio, el mal humor, la tristeza, las ronchas en la piel, afonía, hormigueos en mis manos, dificultad respiratoria, mareos...".
Blas Cantó: "Mi corazón se rompió en mil pedazos"
En un primer momento trató de seguir con su agenda, pero llegó un punto que decidió que, por su bien, tenía que parar: "Seguí cumpliendo con todos los compromisos que, con gusto, siempre atiendo, pero a medida que pasaba el tiempo mi ansiedad fue creciendo, hasta que un día le supliqué a mis managers que cancelaran todo lo que tuviera que hacer. Esta situación estaba acabando conmigo. Necesitaba parar. Luego vinieron las excusas. Que si mala conexión de Internet, que si falta de medios.... todo por no saber cómo encajar un problema que me sucede desde mi anterior etapa en el grupo y que este confinamiento ha sacado a relucir".
Una situación que le pone al límite y que Blas Cantó ha confesado que no sufría desde el año 2015, cuando, después de una firma de discos "me desperté a las 5 de la mañana, temblando y con 38,5 de fiebre. Llamamos al médico y después de hablar con él un buen rato, me hizo entender que mi mente estaba al límite. Y mi cuerpo me avisaba". Un testimonio tras el que ha pedido perdón por no haber tenido fuerzas para participar en la PreParty virtual de Eurovision Spain, "en la que solo alcancé a decir dos frases a petición del director de la gala. Tampoco con más de la mitad de la promo del single de mi adorada Pastora Soler. Y lo que más me duele: el sufrimiento que le causa a mi familia, amigos, fans y compañeros de trabajo. Sé que vamos a salir de esto, y que aquellos que como yo, sufren lo mismo, serán libres y volveremos a respirar con normalidad. Queda muy poco. Y cantaré.... cantaré... Gracias. Sinceramente, Blas". ¡Muchísimo ánimo!