Madrid ha acogido una de las fiestas privadas con más celebrities por metro cuadrado de lo que llevamos de año. Nadie ha querido perderse la fiesta flamenca celebrada en un exclusivo chalé de la calle Castellón de la Plana en honor a Giancarlo Giammetti, socio de Valentino, el mítico diseñador de la casa de moda italiana, que ha llegado junto con todo su séquito a la capital de España para celebrar su cumpleaños por todo lo alto.
Tras cuatro días disfrutando de la ciudad, su paso por nuestro país ha culminado con una exclusiva fiesta marcada por los volantes de trajes de flamenca. Y es que el dress code de este evento exigía que las mujeres acudieran con la indumentaria propia de la Feria de Abril o de un tablao andaluz. La anfitriona fue ni más ni menos que Naty Abascal, que posó para los medios con Valentino Garavani y la modelo Adriana Abascal, Más tarde llegó al evento el homenajeado, Giancarlo Giammeti, vestido de torero y en compañía de su gran amiga, la actriz y modelo Liz Hurley.
Acorde con la profesión del cumpleañero, acudieron a la fiesta un buen puñado de modelos patrias. Entre ellas encontramos a Laura Sánchez, que apareció junto a su novio David Ascanio; Nieves Álvarez, de riguroso negro y con un escote de vértigo; Ariadne Artiles y Mar Flores. La bloguera María León también se marcó un paseillo a la luz de los focos.
Del mundo empresarial destacó la presencia de Rosauro Varo, que llegó sin su pareja Amaia Salamanca. Los hijos de Nat Abascal, Rafa y Luis Medina, tampoco quisieron perderse la fiesta, al igual que Manuel Díaz 'El Cordobés', Virginia Troconis, Eugenia Silva, Alfonso de Borbón o la bailaora Cecilia Gómez. Los comprometidos Rudy Fernández y Helen Lindes llegaron mucho más sobrios, pero dando un toque flamenco a sus camisas con un conjuntado estampado de lunares blancos.
Rostros televisivos
Pese a que su relación en la ficción no pasa por un buen momento, los integrantes del reparto de 'Velvet', Adrián Lastra y Marta Hazas, hicieron acto de presencia en el evento. Blanca Suárez cumplió a su manera el protocolo, dejándose en casa la bata de cola pero decorando su cabeza con un buen ramo de flores, inspirada posiblemente por la pintora mexicana Frida Kalho.