Los problemas de Borja Thyssen y Blanca Cuesta con Hacienda siempre han estado presentes, pero ahora más que nunca después de que la Fiscalía haya pedido tres años de cárcel para ellos. Ahora ha sido ella la que ha reaparecido después de que saliera a la luz dicha información y lo ha hecho al llevar a sus hijos al colegio en la localidad madrileña de Pozuelo de Alarcón.
En esta aparición ha esquivado por todos los medios las preguntas de la prensa y ha ido vista hablando por el teléfono móvil, o puede que haya sido una manera de disimular para que no le dirigieran la palabra. Por otro lado, una cosa que llama especialmente la atención es que el coche con el que ha ido a la escuela de los niños no está matriculado en España, sino que lo está haciendo en Andorra.
Lo cierto es que tanto ella como su marido parece que intentan llevar todo con normalidad, aunque seguro que les preocupa bastante. Uno de los mayores problemas de la pareja es su residencia fiscal, ya que sostiene que vive en Andorra más tiempo que en España, por eso debería tributar allí, pero lo cierto es que no es así, porque sus hijos están matriculados en un colegio de Madrid.
Las cosas no cuadran
La Agencia Tributaria ha dejado claro que ambos han incurrido en un delito contra la Hacienda pública, y que además de la condena de prisión deben pagar una multa de un millón de euros, una cifra bastante elevada. Sus problemas se remontan al año 2010, cuando hicieron la declaración del IRPF de forma conjunta. Tan solo declararon 2.206.527 euros cuando en realidad ganaron 3.792.564,92 euros. Si quiere tirbutar en un país que no sea España, Borja Thyssen debería estar fuera del país 183 días al año, algo que parece no cumplir.