En cambio, pese al gran cambio que ha experimentado, la propia Britney Spears ha confesado que necesita recuperar su vida poco a poco y ha reconocido que todavía hay muchas cosas en ella que no están bien: "Aunque hay cambios y cosas que celebrar en mi vida, todavía tengo mucho que curarme", escribió en su propia cuenta de Instagram.
"Afortunadamente tengo una buen red de apoyo y me estoy tomando el tiempo que necesito para entender que está bien reducir la velocidad y respirar. Solo a través del amor propio puedo orar, amar y apoyar a otros", reconocía. Con ello, la cantante dejaba claro que su forma de vida, por el momento, no cambiará en exceso de cara al público y sus fans, quienes muchos esperan que Spears vuelva a subirse a los escenarios y retomar su carrera musical.
"Solo a través del amor propio puedo orar, amar y apoyar a otros"
En cambio, y contrario a todo esto, Jaime Spears ha querido mostrarse ante el juez como lo que es, el padre de Britney, y aseguró que el hecho de que dejase de ser su tutor "es una gran pérdida" para la cantante. Su abogada, en esta misma línea, asegura que "ama incondicionalmente a su hija" y ha defendido también sus años como tutor legal de esta. Su hija, en cambio, no declaró lo mismo ante la jueza asegurando que todos aquellos que tuvieron el control sobre ella durante tanto tiempo deberían de estar en la cárcel.