El cantante se encuentra afectado por el fallecimiento de su padre, aunque tranquilo porque no sufrió y se fue en paz.
Bertín Osborne ha roto su silencio después de conocerse la muerte de su padre. El cantante está atravesando un momento muy duro tras la muerte de Enrique Ortiz López-Valdemoro falleció el pasado 18 de octubre a los 96 años. Su cuerpo fue incinerado en la más absoluta intimidad en el tanatorio de La Paz, en Madrid, y por aquel entonces el presentador prefirió no decir nada, pero ahora ha dado el paso.
En esta aparición ha dicho: "No ha sufrido. Se quedó dormido... Ha sido una muerte muy tranquila y en paz". Bertín Osborne ha sido visto justo en el momento en el que salía de casa de su exmujer Fabiola Martínez, y ha comentado: "Vengo de ver a los niños y a Fabiola". En cuanto a lo íntimo que ha sido el funeral ha dicho: "Fue todo muy privado. Solo estuvieron dos hijas mías y tres nietos. La semana que viene o la siguiente le haremos un funeral".Las nietas del fallecido también hablaron de él, y desde su entorno han dicho: "Fue un dandi hasta el final de sus días". En cuanto a su estado de salud, los últimos días de su vida fueron complicados, eso sí, fue consciente hasta el final, y se fue de la mejor de las maneras, rodeado de sus hijos. En cuanto a su vida, se sabe que vivía en el centro de Madrid, muy cerca del estadio Santiago Bernabéu, y que le encantaba salir a comer a buenos restaurantes.
Una de las personas que, sorprendentemente, ha enviado su pésame a Bertín Osborne ha sido Gabriela Guillén, madre de su séptimo hijo, ya que al conocerse la noticia se ha pronunciado ante los medios, diciendo: "Lo siento mucho". Ha contado que la noticia le llegó a través de unos amigos en común. "Como es lógico, cualquier persona que pierda su familia, su padre, pues no tengo nada más que aportar", decía empatizando un poco con el padre de su hijo y añadiendo una frase con la que sin duda alguna acerca posturas: "Somos familia, sí", decía sonriendo.La herencia del fallecido
El padre de Bertín Osborne era el VIII Conde de Donadio de Casasola, por lo que se espera que sea él el que herede dicho título y tiene un plazo de cinco años para reclamarlo. Se trata de un reconocimiento otorgado en 1713 a Francisco de Quesada y Vera que ha pasado de generación en generación. No se sabe el patrimonio que poseía Enrique Ortiz López-Valdemoro, pero parece que es elevado y que no habrá ningún problema en el reparto entre sus cuatro hijos.