Podría decirse que Rose McGowan fue una de las principales propulsoras del movimiento Time's up, después de que se viera con el coraje y la fuerza suficiente de enfrentarse a Harvey Weinstein. Tanto es así que se convirtió en una de las primeras mujeres en acusarlo de abuso sexual, suceso que este intentó acallar ofreciéndole 100.000 dólares para pagar su silencio.
Ahora, el suceso vuelve a ser noticia después de que Ben Affleck afirmara que no tenía constancia de la situación de la actriz. Su compañera de profesión ya habría señalado en varias ocasiones a Affleck como conocedor de los ataques del productor, ya que ella misma le confesó lo ocurrido en el Festival de Cine de Sundance en 1997. No obstante, el actor declara que en ningún momento McGowan le habría contado nada sobre el asalto sexual que sufrió.
Fuck you you fucking douche bag loser from hell. You will burn. You will be an empty suit coffin. You go fall off the planet you fuck. #RoseArmyBREATHE FIRE let motherfucker but https://t.co/tJq4M5lwiH
? rose mcgowan (@rosemcgowan) January 31, 2018
Todo ello se hizo público debido a que el abogado del productor decidió compartir con la prensa unos correos electrónicos en los que el denunciado afirma no tener nada que ver con los actos que se le atribuyen. A esto, Affleck le muestra su desconocimiento de la causa a través de las declaraciones antes mencionadas. Ambos intercambiaban mensajes tan solo tres meses antes de que todos los casos de abuso y acoso sexual salieran a la luz.
El tercero en discordia
En esta situación se ha visto también involucrado Jill Messick, el exmanager de la actriz, ya que Weinstein también intentó contactar con él. Este a su vez le afirmaba al productor que su representada se había metido en el jacuzzi con el productor por voluntad propia. Sin embargo, en su momento McGowan afirmó que cuando le comunicó lo ocurrido a Messick, este le aconsejó que " lo viera como algo que podría ayudar " a su carrera a largo plazo.