Ben Affleck y Jennifer Garner han decidido poner fin a su matrimonio tras 10 años de casados. En un comunicado conjunto han explicado los motivos que les ha llevado a tomar tal decisión, y finalmente después de meses de rumores, la ruptura definitiva ha llegado. Fuentes cercanas a la familia aseguran que Aflleck "está devastado y no era su intención ir por el camino del divorcio".
"Los dos lucharon por tratar de salvar su matrimonio, pero en última instancia, han decidido que es lo mejor para los niños y para él y Jen", manifiestan fuentes muy cercanas a la familia. Y es que ambos actores han puesto todo de su parte por solventar los problemas conyugales, llegando hasta el punto de asistir a un consejero matrimonial, que sin embargo, no ha servido para nada.
Además, estas mismas fuentes sostienen que el matrimonio, que parecían uno de los más estables hasta hace nada, "han estado separados durante 10 meses, pero él continuaba viviendo en casa". La fuente ha señalado que los dos también están utilizando un mediador para facilitar la división de su patrimonio.
Affleck y Garner, todo por su relación
Los rumores sobre su crisis se acentuaron más por las 'no salidas' de la pareja, ya que se dejaban ver en contadas ocasiones, y por los recientes movimientos que ha habido en la casa familiar ubicada en Los Ángeles. La fuente ha explicado que los dos "son personas que realmente han tratado de salvar su matrimonio y han trabajado muy duro para ello".
En lo que respecta a sus tres hijos, harán que la convivencia sea lo más amena posible y que los niños puedan vivir esta situación con total normalidad, ha subrayado la fuente. A pesar de sus incesantes intentos por solucionar sus problemas y conservar su relación no lo han logrado, y esta pareja aún tiene mucho que luchar por el bien de su prioridad, que para ambos son sus hijos Violet, Seraphina y Samuel.