Belén Esteban ha sido la protagonista indiscutible de la finiquitada última edición de 'Gran Hermano VIP'. Por los amores y odios que genera, la de Paracuellos de Jarama ha centrado todas las miradas durante su estancia en la casa de Guadalix, gracias a sus ocurrencias, salidas de tono y declaraciones espontáneas. Como no podía ser de otra forma, Esteban también ha tenido tiempo de hablar de su expareja y padre de su única hija, Jesulín de Ubrique.
Pero ya se sabe que donde dije digo, digo Diego. Tras salir victoriosa del reality y poder analizar todo lo dicho en el programa, la colaboradora de 'Sálvame' ha sido tajante sobre este posible acercamiento por el bien de su hija. "No lo tendría que haber dicho. No voy a hablar de Jesús", asegura la televisiva estrella a las puertas de su casa cuando es preguntada por la prensa allí congregada.
Feliz con los suyos
"Estoy bien, feliz, contenta con los míos... Me voy a coger algunos días de descansos antes de volver a televisión", dice la Esteban sobre su futuro. Sobre su polémica participación en el programa y las acusaciones de tongo, no tiene duda de que su victoria ha sido justa: "Cuando salgo a la calle la gente tiene una actitud positiva. Hay de todo y lo respeto, pero siempre o me han querido o me han odiado. La satisfacción que tengo es que he ganado".