Marita, como la llaman sus vecinos, había vuelto al pueblo de Totana para cuidar de su hermano, que está delicado de salud, y decidió hospedarse en casa de una vieja amiga que considera como a una hermana, y en ese mismo lugar fue donde se produjo el delito. Para los vecinos de la zona este es un robo más, pero parece que hay cosas que no cuadran. Los cacos fueron directos al botín, y una de las cosas que más llaman la atención es que no forzaron puertas ni ventanas, fueron directos a lo que querían.
La abogada de Bárbara Rey, Teresa Bueyes, tiene una hipótesis y apunta a que el autor sería alguien cercano a la amiga que le había abierto las puertas de su casa. De momento es pronto para afirmar nada, pero se señala a un familiar de su amiga, un joven que vive por encima de sus posibilidades y que no tiene oficio conocido, pero que, por lo que parece, lleva una vida bastante ostentosa.
La enemistad continúa
Además, Bárbara elude las preguntas sobre la otra polémica que le afecta, la que tiene que ver con el Rey emérito: "No estoy al tanto de nada, estoy al tanto de mi vida". En cuanto a Chelo García Cortés tampoco ha querido decir nada, solo: "Me duele, ya no hay vuelta atrás". Y García Cortés no ha tenido reparos en contestar diciendo: "Es más fácil responder sobre mí que sobre otras cosas", y que reitera que no cree que haya hecho nada malo: "No he dicho nada que no tuviera que decir. El balón, querida, está en tu tejado".