Un nuevo miércoles, una nueva tanda de nuevas revistas en los kioscos. Con una Reina Letizia protagonista en casi todas ellas gracias a los nuevos retratos de Annie Leibotvitz para el Banco de España -y con Rey Felipe VI completamente relegado a un segundo plano-, esta comparte noticias con otras grandes protagonistas de la prensa del corazón y, en este caso en concreto, también muy relacionada con su propia familia política e institución a la que representa: Bárbara Rey.
Por primera vez en mucho tiempo la vedette vuelve a ser noticia y esta vez sin que sea por nada relacionado ni con su hijo Ángel Cristo ni por su relación sentimental con Rey Juan Carlos cuando todavía era Jefe del Estado. Esta vez la recientemente desenmascarada en 'Mask Singer' de Antena 3 copa los titulares tras protagonizar una inusuales imagénes paseando de incógnito por Madrid.
Es la revista Lecturas la que publica entre sus páginas unas fotografías de la actriz del destape paseando por las calles de capital casi irreconocible: mascarilla -con la nariz por fuera-, enormes gafas de Sol y con el cuero cabelludo cubierto por la capucha de una sudadera negra. Un aspecto que hacía casi imposible reconocer a Bárbara Rey si uno se la encontraba por la calle sino fuera porque iba acompaña de su más que reconocible hija Sofía Cristo.
Según explicó Luis Pliego en 'TardeAR' y así lo recoge la revista que dirige, Bárbara Rey ha viajado desde Marbella -donde vive- para pasar unos días en Madrid para someterse a varias operaciones estéticas. " Se ha sometido a una blefaroplastia -cirugía para extirpar el exceso de piel en los párpados- y a un lifting -retirar también el exceso de piel- en la parte inferior del rostro ".
Quizá para que no trascendiera su paso quirófano, Bárbara Rey también intentó evitar ser cazada por los paparazzis alojándose en un hostal de dos estrellas en la céntrica calle Velázquez de Madrid. Acostumbrados los medios a saber que la vedette siempre que viaja a la capital se queda en casa de su hija Sofía Cristo, esta vez quiso jugar al despiste eligiendo un techo diferente bajo el que pernoctar. Algo que, a la vista está, no ha servido para hacer vida sin ser vista.