Tras conocer que Genoveva Casanova habían demandado a Mediaset, a la productora de Ana Rosa Quintana y a Alessandro Lequio tras los comentarios vertidos sobre ella a raíz de la publicación en Lecturas de las fotografías con el ahora Rey Federico X de Dinamarca, el mismo medio, Informalia, publica horas más tarde otra importante demanda contra el mismo grupo, la misma productora y el mismo colaborador entre otros: la de Bárbara Rey por las imágenes íntimas con el Rey Juan Carlos tomadas para un presunto chantaje económico.
Tal y como publicado el mencionado medio que ha tenido acceso a esa demanda, la nacida como María García García "se han servido informaciones falsas, insidias infamantes y vejaciones que atentan gravemente contra su honor, intimidad y propia imagen con el único objetivo de tratar de recuperar la hegemonía televisiva que habían perdido desde la cancelación de su buque insignia, el programa ' Sálvame ', y volver a alcanzar los índices de audiencia que ya solo estaban al alcance de la competencia", es decir, el grupo Atresmedia y la cadena Antena 3, quienes han emitido la serie 'Cristo y Rey' y la serie documental 'Una vida Bárbara', ambas con la participación y relato de la propia Bárbara Rey.
Por ello Bárbara Rey se querella ahora contra el elemento necesario para todo esto, su hijo Ángel Cristo, y los medios que se pusieron a su disposición, Mediaset y a las productoras Cuarzo ('Así es la Vida', 'Supervivientes'); Producciones Mandarina ('De Viernes'), y Unicorn Content ('TardeAR' y 'Vamos a ver') así como contra varios de sus colaboradores como Alessandro Lequio quienes han comentado todo lo contado por su hijo así como aseguraron que habrían visto o tenían conocimiento de imágenes todavía más íntimas de la demandante con el Rey Emérito más allá de las publicadas por la revista Privé de los Países Bajos.
Sobre su propio hijo Ángel Cristo asegura en la demanda que dio una versión sobre su propia vida "absolutamente contraria a que había dado toda su vida", incluso públicamente en otros espacios, vendiendo las imágenes de la vida privada de su madre "con el único objetivo de saciar el morbo del público" llegando a hacer se una descripción de esas imágenes que " no corresponde con la realidad y que, lejos de retratar escenas de contenido sexual o erótico, únicamente reflejan situaciones cotidianas entre Bárbara Rey y el Rey Emérito".
Para demostrar que esas imágenes íntima no existen, la defensa de Bárbara Rey pide al juzgado que la parte demadada aporte esas imágenes para que sean visionadas a puerta cerrada durante la vista de un posible juzgado y que así los tertulianos puedan demostrar que efectivamente existe ese contenido o, por el contrario, se demuestre que han estado mintiendo con la única intención de dar mayor gravedad a un tema en beneficio propio.
El motivo de esta demanda incluye también los daños que ha ocasionado todo esto a la demandante: " Ha provocado una angustia y desasosiego de tal envergadura que se ha visto en la necesidad de solicitar asistencia psicológica y psiquiátrica para tratar los graves trastornos que esta intromisión ilegítima le está ocasionando ", motivo por el cual se ha visto en la necesidad y casi obligación de recibir amparo judicial.