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Que el Rey Juan Carlos ha tenido muchas amigas, es algo que se sabía desde hace muchos años. El telón definitivo cayó cuando se descubrió quién era Corinna zu Sayn Wittgenstein y qué relación le unía con el Monarca. Ahora, las amistades íntimas del padre de Felipe VI vuelven a la palestra de la mano de Bárbara Rey, con quien tuvo una relación de la que todo el mundo tenía conocimiento. Lo que no se sabían eran los detalles, que es precisamente lo que está provocando un terremoto mediático que a buen seguro tendrá hartos a los dos protagonistas de la noticia y que convierte a la vedette en la celebrity de la semana.
La semana comenzó tranquila para Bárbara Rey y el Rey Juan Carlos, que viven prácticamente apartados del foco público. Pero entonces llegó el martes 17 de enero, y OK Diario publicó una historia que devolvía a la actualidad este romance tan de ayer. Según esta información, el CESID (actual CNI), pagó a Bárbara Rey con fondos reservados que fueron destinados a una cuenta en Luxemburgo entre los años 1996 y 1997 con la condición de que no hablara de su relación con Juan Carlos de Borbón y de que entregara todo el material con el que contaba de sus encuentros. Se le ofrecieron 500 millones de las antiguas pesetas fraccionados en mensualidades de 26 millones.
Al parecer, esta cuenta fue abierta por el CNI el 25 de septiembre de 1996 en el Kredietbank Luxembourg a nombre de una sociedad off shore llamada W. K. Dibiapur. El dinero vino de los fondos reservados, una partida de los Presupuestos Generales del Estado que tiene como fin la lucha contra el crimen organizado y el terrorismo y de la que no hay que dar cuenta. Los espías trataron esto como "un asunto de Estado de alto riesgo", lo que llevó a la vedette a aceptar lo que le decían para no comprometer su seguridad o la de su familia.
La historia ha ido creciendo, y poco a poco se han ido sabiendo más cosas. Desde OK Diario ha llegado también unas supuestas confesiones de Bárbara Rey en las que asegura que acudió a reuniones a un chale del número 6 de la calle Sextante de Aravaca, (Madrid), donde la citaba el Monarca. A ella no le gustaba, ya que le parecía un lugar frío y vulgar, aunque siempre que aparecía por allí en el más absoluto de los secretos, todo estaba preparado para su llegada, encontrando siempre fruta, champán, crema y perfume. La de Murcia señala que a ese lugar no iban solo ellos a encontrarse, sino que personas de alto nivel acudían en otras ocasiones.
El jueves 19 de enero llego otro bombazo de parte del mismo medio. A mediados del año 97, la actriz acudió al despacho de un abogado de Madrid para hablarle sobre la citada cuenta en Luxemburgo. Bárbara Rey le comentó que los gestores del banco le exigieron que se personara allí, lo que podía significar una trampa. Algunos amigos le habían comentado que podría tratarse de una encerrona, que podrían haberle ingresado dinero procedente de algo ilegal, y sentía miedo de acabar en la cárcel y después eliminada: "Quién le dice a usted que si me detienen y me colocan entre rejas, utilicen en la cárcel a una desarrapada para que me quite de en medio con un navajazo. No es la primera vez que eso ha ocurrido en prisión", llegó a confesar al letrado. Para entonces, María Margarita García García ya había denunciado haber sido desvalijada en su casa, concretamente le habían abierto la caja fuerte en la que tenía las cintas sonoras y de vídeo con las que quería chantajear al Rey Juan Carlos para sacarle dinero. Ella acudió al CESID, que sobornó a dos personas de su servicio para entrar en casa.
Por si no hubiera salido trapos sucios suficientes, 'Sálvame Deluxe' entrevistó a una mujer llamada Hortensia Blázquez que dice ser amiga de Bárbara Rey, pero que no ha tenido inconveniente alguno en contar todos y cada uno de los detalles que vivió y que sabía, que eran muy abundantes y jugosos. La señora reveló cómo había surgido todo. Fue por una llamada del Rey Juan Carlos para agradecerle la campaña que María Margarita había hecho en favor de Adolfo Suárez. Él le dijo que se pasara un día por La Zarzuela; ella no quiso esperar y se presentó allí al día siguiente. En ese encuentro ya tuvieron relaciones, como ha detallado Hortensia.
También contó que la de Totana le pedía dinero y que quiso quedarse embarazada: " Ella lo que siempre pretendió fue quedarse embarazada, pero ahí sí que nuestro Monarca fue inteligentísimo, jamás dio opción a lo que fuera, a que eso sucediera". Quiso que le diera un puesto en un Ministerio, le pidió 5 millones de pesetas que finalmente el Rey Juan Carlos le dio a través de una persona de su confianza: "yo he visto que tienes un brillante talla esmeralda, se lo das a él, y él te da los 5 millones de pesetas". Para su amiga, lo de Bárbara Rey con el dinero "fue una obsesión constante. Ella era obsesiva y le preocupaba el dinero sin trabajar, pero nunca fue fantasiosa".
Puro chantaje
Hortensia Blázquez confirmó también el chantaje, la forma definitiva de sacar dinero al anterior Jefe del Estado: " Siempre pensó en hacerle un chantaje, siempre me decía que grababa todo lo que hablaba con él. Grabó llamadas telefónicas, tenía 20 o 30 cintas. Le cita en su casa, se va a una casa de grabación que está en Alcalá y es cuando le hace el vídeo, le graba", recuerda la amiga.
"En vídeo le grabó una vez, en otra cita en su casa le hizo fotografías, 37 diapositivas, que implicó a su hijo para que se las hiciera y aquello a mí me dolió muchísimo. Me dijo, 'me fui al Rastro, compré un traje de camuflaje, compré un zoom y las hizo el niño'. Empezó con el chantaje, pedía doce mil millones de las antiguas pesetas. Esas fotos eran en el porche de su casa, ella estaba con una minifalda mínima y sin nada de ropa interior debajo, le ofrece una copa de vino a Su Majestad y Su Majestad la toca, aquí, allí... Ella le graba porque ya le había dicho que ya no se podían ver", finalizó Hortensia, que ha dado más detalles sobre una historia que resulta entre cómica y dramática.