"Mi hermana entró en un pozo del que no pudo salir. Dio a luz a ese niño y tenía una vida tan desordenada que, por amor, tuvo que darlo en adopción. Toda la vida nos hemos acordado de él". "Mi madre estaba enferma, tenía nueve hijos y crió a tres de mi hermana Aurelia. Vivíamos en Vallecas, todos en una casa sin habitaciones. No teníamos medios", fueron las palabras de Toñi Salazar respecto al motivo por el cual su sobrino tuvo que ser dado en adopción.
El joven ha relatado, junto a su hermana Encarni, las humillaciones que sufrió cuando su familia adoptiva le echó de casa por su discapacidad intelectual del 65%: "Los problemas empezaron cuando empecé a ir al colegio. La cosa no iba bien, no me enteraba y les decían que tenía un nivel bastante más bajo que los demás. Mi padre me cambiaba de colegio, no aceptaban cómo era", contaba Enrique recordando los reproches de sus padres.
"Mi padre empezó a ser más tirante conmigo. Me daban mucha caña, me daba la risa tonta cuando me regañaba y él entonces se cabreaba conmigo. Me asustaba y lo pasaba mal. Me sentía apartado(...) Cuando me echaron de mi trabajo me dijeron que no volviera a casa", admite entre lágrimas el sobrino de las 'Azúcar Moreno'. Finalmente, se reencontró con la familia Salazar: "Sentí muchísima alegría, no me lo podía creer", decía emocionada la artista.
Emocionada
Mientras tanto, la integrante de 'Azúcar Moreno' se emociona al escuchar a su sobrino hablar y agradece que la vida les haya dado otra oportunidad para estar todos unidos y felices, aunque asegura que quiere que esa gente vea el daño que le han hecho.
Encarni cuenta que ella fue criada por su tía Toñi: "Ella siempre es la madre de todos, está en lo malo siempre" y además, a Enrique se le preguntó porqué sus padres le llamaban 'Boby' cuando su nombre real es Enrique Lucendo Salazar o en este caso, para sus padres adoptivos, Pedro Manuel Espinosa Carrera: "Por unos dibujos animados. Mi hermana Encarni dice que de pequeñito los veía en la tele", confesó el hijo de la mayor de las Salazar.