Pese a las teorías surgidas al conocer la gravedad de su estado y a la posición de su familia, los resultados son concluyentes: la muerte de Cristina Ortiz fue accidental.
Un día después de su fallecimiento, ya se conocen las causas de la muerte de La Veneno. El cuerpo sin vida de Cristina Ortiz Rodríguez fue trasladada desde el Hospital de La Paz de Madrid hasta el Instituto Anatómico Forense, donde este jueves 10 de noviembre se le practicó la autopsia. Así, se ha decretado que su muerte se debió a un accidente doméstico, tal y como sostenía la Policía. Como señala El Mundo, la estrella mediática se cayó en el baño y se llevó un golpe en la zona parietal izquierda que le llevó a sufrir una hemorragia cerebral. La Veneno logró llegar al sofá, donde se tumbó semiinconsciente hasta que llegó su novio, un joven rumano de 25 años que llamó a una vecina para que avisara a la ambulancia. Una vez en La Paz, se le operó de urgencia y se le indujo el coma. 4 días más tarde y tras una dura lucha, Cristina Ortiz fallecía a los 52 años.
La Policía ha cerrado el caso al considerarlo un accidente doméstico. Junto al sofá en el que apareció la de Adra había una botella de alcohol de alta graduación y pastillas. En la basura aparecieron más botellas y cinco cajas de trankimazin vacías. Pese a ello, la autopsia no ha contado con un análisis toxicológico, ya que se le practicó cuando llegó al hospital. La última voluntad de La Veneno
Por otro lado, la familia de La Veneno ha mantenido todo este tiempo que su muerte no fue accidental y que se debió a una paliza. El motivo habría sido las revelaciones de La Veneno en las memorias 'Ni puta ni santa' escritas por Valeria Vegas. Los parientes no aceptan la versión policial e incluso han montado el espectáculo en La Paz, ya que se dedicaron a hacer fotos a la paciente y se enfrentaron al personal médico.
Una vez realizada la autopsia, y ahora que se ha confirmado que su muerte fue accidental, los familiares y amigos de La Veneno podrán velar su cuerpo sin vida en el tanatorio. Después, si se siguieran los últimos deseos de Cristina Ortiz, sus restos serían incinerados, y sus cenizas arrojadas en el Parque del Oeste de Madrid, el lugar en el que ejerció la prostitución y donde fue tan feliz en el pasado. Lamentablemente, los Ortiz han anunciado que no van a respetar los deseos de La Veneno. Ni va a ser incinerada, ni van a esparcirse sus cenizas en el citado parque madrileño.