Lo cierto es que la situación de Verónica Forqué era muy delicada pero, como sucede casi siempre en estos casos, nadie lo supo ver a tiempo y la decisión de la actriz fue marcharse definitivamente. Hasta el momento se había barajado la hipótesis del suicidio pero ha sido ahora cuando la autopsia ha revelado lo sucedido: murió por asfixia mecánica del cuello por ahorcadura.
Además, los informes policiales revelan a El Mundo que la actriz no dejó ninguna nota de despedida, así como que no se han encontrado indicios de que hubiera ingerido pastillas o sustancias que le hubieran llevado al suicidio. Esto nos lleva a recalcar la importancia de la salud mental, algo muy descuidado en la sociedad, fruto de la mala educación al respecto así como de la desatención y falta de ayudas para acceder a tratamientos.
Se alarga su adiós
La incineración estaba prevista el Tanatorio de la Paz de Madrid, situado en Alcobendas, para el martes 14 de diciembre pero finalmente se ha cambiado a última hora del día 15 de diciembre, a las 20 horas concretamente, en El Escorial. Esto afecta a la misa funeral que se iba a celebrar en San Isidro, que se ha anulado en vista a los cambios que han sucedido.