La Audiencia de Barcelona ha reabierto la querella que el año pasado presentó Arantxa Sánchez Vicario. La extenista acusaba a su padre y su hermano, Emilio Sánchez y Javier Sánchez, al abogado Bonaventura Castellanos y al economista Francisco de Paula de los presuntos delitos de apropiación indebida, falsedad de documento público, deslealtad profesional y administración fraudulenta.
Además, el periódico ha publicado que el abogado de Sánchez ha declarado que "esta decisión de la Audiencia supone una victoria para Arantxa, cuya moral lleva muchos meses en entredicho. Han sido muchos quienes han dudado del proceder de mi clienta en este asunto. La resolución no deja dudas de que hay materia para seguir adelante".
Una tenista enfrentada con sus familiares
A pesar de que hace un año la extenista intentó resolver el problema con su familia intentando llegar a un acuerdo fuera de los tribunales, la intención no ha dado sus frutos. Y es que Sánchez Vicario publicó hace más de un año unas memorias en las que reconocía que el distanciamiento con su familia se debe a que sus "parientes han sido quienes se han quedado con todo su dinero". Desde ahí, la deportista y su familia se han visto envueltos continuamente entre abogados.